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Pastel Vasco

jueves, 2 de diciembre de 2021

Pastel Vasco Obsesión Cupcake

Por aquí os dejo hoy la tarta que nos comimos este martes en el cumpleaños de mi padre. Y es que el mes de diciembre en mi familia comienza pisando fuerte, muchos cumpleaños bien seguidos en los que me encargo del postre y por ello intento siempre hacer un pastel donde el protagonista sea el ingrediente preferido del homenajeado.

Este martes le tocó a mi padre y como os he contado en más de una ocasión es un amante de la crema pastelera. Dulce que tenga crema es ideal para él, así que este año me he decantado por un pastel vasco, muy famoso y rico pero que aún era un gran desconocido en mi familia.

Os pongo un poco en antecedente para los que no sepáis muy bien el origen de este delicioso pastel y es que el pastel vasco (en francés gâteau basque en euskera biskotxa o pastiza) es un postre cuyo origen está en la región vasco-francesa de Lapurdi.

Consta de una masa de pasta de harina, mantequilla y huevos que se rellena generalmente de crema pastelera, aunque también los hay rellenos de albaricoques o de alguna fruta, como en mi caso mermelada de cereza negra.

Su origen se encuentra en el siglo XVIII en la localidad labortana de Cambo, cuando estaba relleno de fruta como higos, moras y cerezas de Itsasu. A partir del siglo XIX se empezó a rellenar de crema pastelera.

Se trata de una elaboración entretenida, pero nada complicada. Con un poco de organización y maña podréis preparar este pastel vasco y deleitaros con uno de los dulces más tradicionales de nuestra gastronomía. Si sois amantes de la crema pastelera, os encantará.

INGREDIENTES PARA EL RELLENO:

  • 400 ml de leche entera.
  • 40 grs de azúcar blanca.
  • 50 grs de Maicena.
  • 2 huevos.
  • Canela en rama.
  • 50 grs de mantequilla.
  • Mermelada de cerezas negras al gusto.

INGREDIENTES PARA LA MASA:

  • 350 grs de harina de trigo.
  • 150 grs de azúcar. 
  • 60 grs de harina de almendra molida.
  • 200 grs de mantequilla muy fría.
  • 2 huevos.
  • 1 pizca de sal.
  • 1 huevo para pincelar el pastel.

ELABORACIÓN:

Preparación del relleno:

En un bol apto para el  introducimos todos los ingredientes para la crema a excepción de la mantequilla. Removemos con unas varillas para obtener una mezcla homogénea.

Cuando tengamos lista la mezcla, cocemos en el microondas a máxima potencia durante tres minutos. Retiramos del micro y volvemos a remover con las varillas para homogeneizar. Introducimos de nuevo en el microondas durante dos minutos más a máxima potencia. 

Transcurrido este tiempo, sacamos del micro y añadimos la mantequilla, removemos con las varillas y cuando la crema esté homogénea, cubrimos con papel film y dejamos enfriar.

Preparación de la masa:

En un recipiente hondo mezclamos la harina, el azúcar, la harina de almendra molida y una pizca de sal. Añadimos la mantequilla muy fría  cortada en dados. Mezclamos con las yemas de los dedos pellizcando la mantequilla hasta obtener una especie de migas.

Batimos los huevos en un bol y se los añadimos a la mezcla anterior. Removemos con suavidad evitando calentar la masa en exceso, podemos usar una espátula para evitar que esto suceda. 

Terminamos amasando ligeramente con las manos para homogeneizar. Dividimos la masa en tres partes iguales y las envolvemos con papel film. las guardamos en la nevera por lo menos una hora.

Montaje y horneado:

Cuando la masa esté bien fría retiramos una de las porciones de la nevera y la extendemos sobre una mesa de trabajo bien enharinada con la ayuda de un rodillo. Hacemos un círculo del diámetro del molde (23 centímetros en mi caso) y lo colocamos sobre la base, previamente cubierta con papel vegetal.

Sacamos otra de las porciones de masa de la nevera, enharinamos de nuevo la superficie de trabajo y la estiramos dando forma alargada. Cortamos una o dos tiras del alto del molde y las colocamos en los laterales, cubriendo las paredes del molde. Presionamos con la base para unir ambas piezas y evitar que se salga el relleno.

Rellenamos con la crema pastelera fría y sobre la misma ponemos una capa de mermelada de cereza negra.

Ahora solo queda extender la última porción de masa que tenemos en la nevera y cortar otro disco del diámetro del molde. Colocamos sobre la crema pastelera y la mermelada y pellizcamos la masa superior con la de los bordes para cerrar bien el pastel. 

Cuando tengamos toda nuestra tarta cubierta, llevamos el molde a la nevera como mínimo una hora o incluso toda la noche como hice yo, ya que para mí el comer este pastel a temperatura ligeramente templado era muy tentador.

Antes de hornear nuestro pastel, hacemos sobre la capa de masa que cubre nuestra tarta unos cortes superficiales con ayuda de un cuchillo afilado a modo decorativo. Batimos el huevo que nos queda y pincelamos el pastel con suavidad. 

Horneamos en la parte más baja del horno, precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo, durante 45-50 minutos o hasta que esté dorado.

Sacamos del horno y dejamos enfriar pero no del todo, que esté templado. Desmoldamos con cuidado y disfrutamos de esta maravilla. Os aseguro que este pastel ha calado tanto en nuestra familia que ha pasado de ser el gran desconocido a ser el gran amado.

Espero que os animéis también a prepararlo en casa, veréis como os gusta tanto como a nosotros.

Besos, disfrutad del puente y en siete días nos vemos por aquí de nuevo.


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