La maravilla que hoy os traigo es para ponerle un piso, además de delicioso es tan bonito que enamorada me dejó mientras lo elaboraba y más enamorada aún cuando lo disfruté.
La verdad es que tenía ganas de meterme en la cocina y hacer un postre que requiriera tiempo, mimo y que me pusiera un poco entre las cuerdas. No sé si me entendéis, quería hacer algo más elaborado, salir de mi zona de confort y dar un paso más allá en mi rincón de repostería y así lo hice, me lancé de lleno con un dulce típico de la repostería francesa.
La preparación me llevó todo un día y el siguiente lo utilicé para montarlo, al ser una masa choux no quería que se humedeciera en exceso, quería que mi postre triunfara como la coca-cola y que mi madre, en su día (lo hice para el día de la Madre) pudiera degustar un dulce propio de alta pastelería.
Antes de pasar con la receta, deciros que requiere trabajo y que cuando os animéis a hacerlo pensar en que vais a disfrutar del proceso tanto como yo y que todo el esfuerzo realizado os va a merecer más que la pena porque el resultado es más que fantástico, os lo aseguro. Como la receta conlleva muchos pasos a seguir para su elaboración, os voy acompañar con fotos cada uno de ellos para que os sea más fácil, así no tenéis excusa para hacerla.
Como todos sabéis, antes de elaborar un postre me gusta investigar un poco sobre él y conocer un poco su historia. Por eso deciros que el "Paris-Brest" recibe su nombre en honor a la carrera de bicicletas que se realizó entre las ciudades de París y Brest en 1891 la cual tenía una longitud de 1.200 kilómetros de recorrido. La forma del pastel representa una rueda de bicicleta. La primera vez que se cocinó uno data del mismo año mencionado anteriormente.
Un pastelero que presenciaba la carrera desde Maisons-Laffitte, cocinó en honor un pequeño manjar en forma de rueda de bicicleta. Cuando el periodista Giffard vio dicho pastel difundió la noticia y toda Francia se asombró con tal novedad. Hoy en día la carrera y el postre van de la mano y se hacen famosos mutuamente, y cada cuatro años se reciben alrededor de 5.000 participantes.
El Paris-Brest es una tarta originaria de la región de París, tal y como os he comentado anteriormentecia. Se compone de una corona de pasta choux parecida a la confeccionada para hacer los profiteroles, partida horizontalmente por la mitad y rellena de crema muselina (crema pastelera con crema de mantequilla) con praliné de avellana. Se encuentra espolvoreada de almendras laminadas y tostadas en su versión original, aunque las posibilidades son infinitas y cada vez hay más variedad en su elaboración.
INGREDIENTES PARA LA GALLETA DE CHOCOLATE :
- 40 grs de mantequilla ablandada sin sal.
- 50 gra de azúcar morena.
- 10 grs de cacao en polvo sin azúcar.
- 40 grs de harina de todo uso.
- 20 grs de avellanas enteras.
ELABORACIÓN GALLETA DE CHOCOLATE:
En el bol de la amasadora, mezclamos la mantequilla blanda con el azúcar moreno, después añadimos la harina y el cacao hasta obtener una pasta suave.
Extendemos la masa entre dos hojas de papel de horno con la ayuda de un rodillo. Haremos dos círculos, uno de 22 cm de diámetro, y en el centro de este último otro de 12 cm de diámetro.
Trituramos ligeramente las avellanas y las colocamos sobre el anillo de galletas. Guardamos en el congelador mientras continuamos con la masa choux.
INGREDIENTES PARA LA MASA CHOUX:
- 65 ml de agua.
- 85 ml de leche entera.
- 2 grs de sal.
- 2 grs de azúcar.
- 60 grs de mantequilla.
- 80 grs de harina de todo uso.
- 125 grs de huevos enteros.
ELABORACIÓN MASA CHOUX:
Hervimos el agua junto con la leche, el azúcar, la sal y la mantequilla.
Retirar del fuego y agregamos la harina tamizada de una vez y removemos bien con una cuchara de madera hasta obtener una masa muy homogénea. En ese momento, volvemos a poner la masa al fuego y hacemos que seque, moviendo constantemente mientras la masa está en el fuego, la idea es que pierda toda la humedad, esto nos llevará unos tres minutos.
Cuando la masa esté lista, vertemos la misma en el bol de la batidora y batimos nuestra masa a velocidad baja para dejar escapar la humedad y enfriar la masa. Después, agregamos gradualmente los huevos, previamente batidos, hasta obtener una masa suave y homogénea. La masa debe tener un aspecto satinado.
Colamos la masa en una manga pastelera provista de una boquilla lisa de 2 cm de diámetro y hacemos un círculo de 17 cm de diámetro en una bandeja para hornear cubierta con papel de hornear.
Colocamos la corona de galleta de cacao y avellanas sobre el aro de masa choux.
Horneamos con el horno precalentado a 180 ° C durante 40 minutos. Transcurrido este tiempo dejamos enfriar.
Con el sobrante de masa choux hacemos unos quince buñuelos del tamaño de una nuez, los espolvoreamos con azúcar glas y horneamos hasta que estén listos. Dejamos enfriar por completo.
INGREDIENTES PARA LA CREMA DE PRALINÉ DE AVELLANA:
- 80 grs de huevos enteros.
- 150 ml de leche entera.
- 150 ml de nata líquida
- 25 grs de azúcar blanca.
- 28 grs de maicena.
- 150 grs de praliné de avellanas.
ELABORACIÓN DE LA CREMA:
En un cazo ponemos a hervir la leche y la nata.
En un bol, batimos los huevos junto con el azúcar y la maicena, después echamos la leche caliente sobre la mezcla mientras batimos.
Volvemos a poner la mezcla en el fuego revolviendo constantemente. Cuando la crema esté lista la retiramos del fuego y agregamos el praliné de avellanas y batimos para integrar.
Ponemos nuestra crema de praliné en un cuenco y tapamos a "piel" con film transparente. Dejamos enfriar por completo primero a temperatura ambiente y después en la nevera.
INGREDIENTES PARA CREMA INGLESA:
- 25 ml de leche entera.
- 20 grs de yemas de huevo.
- 20 grs de azúcar blanca.
ELABORACIÓN CREMA INGLESA:
Mezclamos los tres ingredientes en un bol para después cocinarlos a fuego lento, revolviendo constantemente hasta alcanzar los 83 ° C, yo he usado un termómetro (si no tienes termómetro, puedes comprobar el punto de cocción sumergiendo una espátula en la crema y haciendo un surco en la espátula con el dedo. El surco queda limpio, la crema está lista), luego vertemos inmediatamente en otro recipiente para detener la cocción. Deja enfriar la crema tapando con papel film a piel.
INGREDIENTES PARA EL MERENGUE ITALIANO:
- 30 ml de agua.
- 90 grs de azúcar blanca.
- 45 ml de claras de huevo.
ELABORACIÓN DEL MERENGUE ITALIANO:
Ponemos el agua y el azúcar en una cacerola para hacer un almíbar. Cuando el almíbar alcance los 110 ° C, empezamos a batir las claras. Cuando alcance los 118 ° C, vertemos el almíbar sobre las claras batidas batiendo a alta velocidad. Seguimos batiendo hasta obtener un merengue frío, firme y brillante.
INGREDIENTES PARA LA CREMA DE MANTEQUILLA:
- La crema inglesa previamente hecha.
- 125grs mantequilla blanda.
ELABORACIÓN CREMA DE MANTEQUILLA:
Ponemos la mantequilla en el bol de la amasadora y batimos hasta que la mantequilla esté bien blanda, añadimos gradualmente la crema inglesa fría y continuamos batiendo hasta que la mezcla blanquee.
INGREDIENTES PARA LA CREMA DE PRALINÉ:
- Crema de mantequilla recién hecha.
- 75 grs de merengue italiano previamente elaborado.
- Crema pastelera de praliné fría y hecha anteriormente.
ELABORACIÓN CREMA DE PRALINÉ:
En el bol de la amasadora, mezclamos el merengue italiano junto con la crema de mantequilla, mezclando suavemente.
Sacamos de la nevera la primera crema pastelera de praliné que hicimos al principio de la receta y la batimos ligeramente para que se suelte. Cuando la tengamos lista, se la añadimos a la crema de merengue y mantequilla.
Colamos la crema de praliné en una manga pastelera provista de una boquilla estriada de 1,5 cm de diámetro y la dejamos en el frigorífico unos minutos para que la crema quedé más firme.
Mientras la crema reposa en la nevera, rellenamos nuestros buñuelos de masa choux de chocolate, para ello, derretimos una tableta de chocolate, dejamos atemperar e introducimos el chocolate en una manga pastelera con boquilla para relleno y los rellenamos uno a uno. Reservamos.
MONTAJE DE NUESTRO PARIS-BREST:
Cortamos nuestra corona de masa choux por la mitad, luego colocar un poco de praliné de avellanas y los mini buñuelos rellenos en la base.
Cuando los tengamos tal que así, sacamos la crema de praliné que teníamos endureciendo en la nevera y rellenamos nuestra corona. Tapamos con la otra corona superior de pasta choux y decoramos con alguna avellana cortada por la mitad en la crema.
Y aquí tenéis lista esta maravilla para hacer feliz a todo el que lo pruebe. Y es que desde bien pequeña me encantaba la masa choux cuando mi madre me hacía sus profiteroles, así que ahora, que tengo vena repostera gracias a ella, me toca a mí hacerle postres ricos para que sea ella quien pueda disfrutarlos bien cómoda, porque mi madre se merece lo mejor.
Feliz semana amigos.
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