La verdad es que los pistachos son uno de mis frutos secos preferidos y, no entiendo como es posible, aún no los había utilizado para ninguna de mis recetas. Así que tenía que cambiar esto e inventar un postre en el que estos pequeños frutos verdes y llenos de sabor fueran los protagonistas.
Por eso este fin de semana tenía muchas ganas de hacer un algún dulce para acompañar al té de la tarde, pero algún postre que no tuviera azúcar y que fuera lo más saludable posible, así que me puse manos a la obra y salieron estos pequeños y maravillosos bocados llenos de sabor.
La combinación del chocolate y los pistachos hace que estos pastelitos sean una auténtica delicia y solo os puedo confirmar que su triunfo fue tal que los hice el sábado y el domingo por la tarde ya se habían acabado.
La jugosidad del bizcocho, gracias a la harina de almendras y el intenso sabor a chocolate mezclado con las otras dos capas de chocolate y pistachos hacen que se coman sin darte cuenta, así que no se me ocurre nada mejor para hacer que el fin de semana sean aún más especial.
INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:
- 3 huevos M.
- 230 ml de aceite de oliva.
- 460 ml de leche desnatada.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- 220 grs de harina de almendras.
- 40 grs de cacao desgrasado.
- Una pizca de sal.
- 1/2 cucharadita de sucralosa.
- 1/2 cucharadita de levadura química.
- 1/2 cucharadita de bicarbonato.
- 1 cucharadita de vinagre de vino.
INGREDIENTES PARA LA CAPA DE PISTACHOS:
- 75 grs de pistachos naturales.
- 200 grs de chocolate blanco s/a.
- 1 cucharada de aceite de coco.
INGREDIENTES GANACHE DE CHOCOLATE:
- 200 grs de chocolate negro s/a.
- 1 cucharada de aceite de coco.
ELABORACIÓN:
Comenzamos preparando el bizcocho. Precalentamos el horno a 180º y preparamos un molde cuadrado poniendo papel vegetal en su base. Reservamos.
En el bol de la amasadora, ponemos los huevos, la esencia de vainilla, el aceite y la leche y mezclamos bien. En ese momento añadimos la harina de almendras, la levadura química, la sal y el cacao desgrasado y batimos hasta obtener una mezcla homogénea.
En un vasito, mezclamos el bicarbonato junto con el vinagre y cuando empiece a burbujear se lo añadimos a nuestra masa de bizcocho y removemos bien.
Echamos nuestra masa en el molde que teníamos previamente preparado y horneamos durante 18 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo, éste salga limpio.
Sacamos del horno y dejamos atemperar. Mientras preparamos nuestra crema de pistachos. En un procesador de alimentos trituramos nuestros pistachos hasta conseguir una crema de pistachos, fina y ligera. Fundimos el chocolate blanco junto con el aceite de coco y cuando lo tengamos listo, agregamos la crema de pistachos casera e integramos bien.
Distribuimos de manera uniforme nuestra crema de chocolate blanco y pistachos sobre el bizcocho atemperado y reservamos.
En un bol, fundimos el chocolate negro junto con el aceite de coco. Cuando esté listo lo extendemos sobre la capa de chocolate blanco y pistachos, la cual ya estará practicamente fría.
Para decorar, ponemos trocitos de pistachos por la superficie. Dejamos enfriar por completo.
Antes de degustar, desmoldamos y cortamos en el tamaño que más nos guste. Yo he preferido hacerlo en formato pequeño, me apetecía tener pastelitos para merendar el domingo, en plan "café con pastas" pero yo "té con pastel".
Os aseguro que no podréis comer solo uno porque son más que deliciosos.
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