La receta que hoy os comparto se a ciencia cierta que no es ninguna novedad para vosotros, de hecho se ve por todas partes pero es que no me he podido resistir y todo tiene su explicación.
Os pongo en antecedente. El sábado pasé la noche sola porque a mi chico le tocaba trabajar, y bueno, estando sola, las ganas de dulce y más en concreto de chocolate me asaltaron de madrugada (es lo que tiene ponerse a trastear por instagram después de haber cenado e incluso haberme lavado los dientes, bueno eso y estar hablando por la tarde Bollicaos). Total que al final terminé por caer en la tentación de comer un poco de crema de chocolate sin azúcar que tenemos en casa pero al levantarme el domingo la idea de un bollo no se me había quitado de la cabeza, así que miré en la cocina y al ver que tenía todos los ingredientes necesarios para hacerme una especie de Bollicaos saludables me puse manos a la obra.
En menos de una hora los tenía listo y les estábamos hincando el diente, incluso antes de hacerles la foto. El resultado es un pan integral dulce, relleno de un chocolate fundido que hace que la combinación de ambos te devuelva a la infancia, en las que las meriendas después del cole se basaban un un trozo de pan con un agujero en el que tu madre introducía un par de onzas de chocolate con leche.
Ni que decir tiene que todos son ingredientes utilizados son saludables, sin azúcar ni grasas añadidas, por lo que se convierte en una opción perfecta tanto para empezar las mañanas con energía como para darse un capricho a mitad del día después de la jornada laboral. Aunque nosotros lo disfrutamos el domingo a modo de almuerzo merienda, después de un desayuno tardío que no dejaba ni espacio ni tiempo para comer como es debido, pero es que los fines de semana están para eso, para saltarse horarios y hacer las cosas según se sienten y apetecen.
INGREDIENTES:
- 250 grs de harina de trigo integral.
- 250 grs de yogur griego light.
- 1 cucharadita de levadura química en polvo.
- Edulcorante al gusto, yo he usado sucralosa.
- Saborizante sabor vainilla.
- Chocolate blanco y negro s/a.
- Pepitas de chocolate s/a para decorar.
- 1 huevo batido para pincelar.
ELABORACIÓN:
En un bol ponemos la harina integral junto con el yogur griego, la levadura, la sucralosa y el saborizante. Mezclamos bien, primero con una cuchara y después con las manos, hasta obtener una masa homogénea que no se pegue al molde, pasamos la masa a una superficie enharinada y amasamos bien.
Hacemos un bola con la masa, la ponemos en un bol y tapamos con un trapo. Dejamos reposar durante 30 minutos.
Transcurrido este tiempo, cogemos la masa, hacemos un cilindro con ella y cortamos en seis trozos iguales. Cogemos cada trozo y lo estiramos formando un cilindro más pequeño (forma de Bollicao), hacemos un surco en el centro y rellenamos con trozos de chocolate, tapamos el chocolate que acabamos de poner con la masa de los centros y sellamos bien con los dedos para evitar que el chocolate se salga durante el horneado.
Repetimos esto hasta acabar con los otros cinco trozos de masa. Colocamos nuestros panes rellenos en una bandeja de horno provista con papel vegetal y pincelamos cada uno de ellos con el huevo batido. Colocamos una pepitas de chocolate sobre los mismos e introducimos en el horno, previamente calentado a 180º, durante 20 minutos con calor arriba y abajo.
Cuando hayan adquirido un ligero tono dorado y los 20 minutos hayan pasado, sacamos nuestros panes y los dejamos enfriar antes de degustar (consejo solo apto para gente paciente, todo lo contrario a nosotros).
Se conservan un par de días tapados en un recipiente hermético, aunque ya os aseguro que de un día para otro es fácil que desaparezcan porque quedan realmente deliciosos.
Nos vemos en siete días con otra receta dulzona, mientras tanto espero que os animéis a quitaros el antojo de un bollito con estos panes sencillos y deliciosos.
Besos y hasta el próximo jueves amigos.
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