En casa somos como el "Monstruo de las Galletas", nos encantan y nos vuelven locos. Nos gustan de todos los sabores, con cualquier relleno y cuanto más grandes y blanditas mejor que mejor.
Hace tiempo vi en las redes una versión de Cookies llamadas unicornio que se vendían solo en Nueva York, su nombre se debía a su color rosa chicle y la verdad es que nada más verlas me entró una necesidad imperiosa de probarlas, pero ya que NY me pillaba un poco lejos para ir a por un par de galletas glamurosas para nuestra merienda, me puse a investigar e intentar reproducirlas en mi cocina.
Antes de empezara prepararlas, tenía claro muchas cosas, y sobre todo es que cuando estuvieran hechas no íbamos a poder resistir la tentación, por lo que comernos solo una iba a ser misión imposible. Por este motivo, la receta y los ingredientes que iba a utilizar para elaborarlas iban a ser lo más saludables posibles, bajos en azúcar y altos en proteínas. Ya que nos íbamos a poner como el "kiko", si podíamos reducir un poco las calorías a ingerir mejor que mejor.
Y así fue, nada más salir la primera tanda del horno, aún calientes y con la ayuda de una cucharilla (no podíamos cogerla con las manos de lo caliente que estaba jajaja) le hincamos el diente. Nos miramos mi chico y yo y.....surgió la magia.
Con solo mirarnos, supimos que nuestro nuevo invento culinario bien se merecía la matrícula de honor porque estas cookies no están ricas, sino que suben al siguiente escalón pero sin coger ni siquiera impulso. Todo un gustazo para el paladar, sedosas, tiernas, húmedas y con un sabor indescriptible porque como los unicornios pertenecen a un mundo mágico que solo se puede descubrir si nos ponemos a soñar o a meter las manos en harina.
Una vez más pude demostrar que las Cookies Unicornio también existen en España y que no es necesario cruzar el charco para disfrutar de esta delicia, porque no hay nada que me guste más que ponerme en mi cocina con mi pinche, el cual me acompaña en todas mis andaduras, en cualquier momento del día, a cualquier hora y siempre con una sonrisa en su cara. Me encanta cocinar con mi chico, nada mejor que disfrutar de mi pasión por la repostería acompañada por él. Por eso, con tanto amor es imposible que algo salga mal y para muestra la receta que hoy os traigo.
De hecho, solo tenéis que echar un vistazo a ese relleno que está a punto de caer. ¿No os parece irresistible?
INGREDIENTES:
- 330 grs de harina de avena neutra.
- 2 grs sucralosa o edulcorante que utilices habitualmente.
- 120 grs de mantequilla a temperatura ambiente.
- 65 grs de queso de untar light.
- 1 huevo M.
- 1 pizca de sal.
- 10 grs de maicena.
- 5 grs de bicarbonato.
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
- Colorante rosa en pasta SugarFlair.
INGREDIENTES PARA EL RELLENO:
- 100 grs de chocolate blanco s/a.
- 100 grs de queso de untar light.
- 20 grs de confeti comestible.
INGREDIENTES PARA LA DECORACIÓN:
- 50 grs de chips de chocolate con leche s/a.
ELABORACIÓN:
Lo primero que vamos a preparar es el rellenos de nuestras cookies. Para ello, fundimos el chocolate blanco s/a en el microondas a intervalos cortos de tiempo para evitar que se nos queme. Cuando el chocolate se haya fundido lo dejamos atemperar. Cuando la temperatura sea adecuada, añadimos el queso de untar light y mezclamos bien hasta que se integre. Echamos por último el confeti comestible y removemos. Tapamos a piel con film transparente y dejamos enfriar por completo en la nevera hasta que la mezcla endurezca.
Ahora vamos a preparar la masa de nuestras coookies. En un bol tamizamos la harina y la maicena junto con el bicarbonato. Añadimos después la sal y reservamos.
Batimos la mantequilla y la sucralosa junto con el queso de untar light hasta obtener una masa suave y cremosa, unos 4 minutos.
Agregamos el huevo ligeramente batido junto con la vainilla y mezclamos hasta que se haya integrado completamente.
Poco a poco vamos añadiendo toda la harina, hasta obtener una masa homogénea.
En ese momento, añadimos poco a poco el colorante rosa hasta obtener el tono que queramos.
Hacemos una bola con la masa y la envolvemos en papel film transparente. Metemos en la nevera un mínimo de 3 horas hasta que se endurezca.
Transcurrido este tiempo, sacamos nuestra masa de la nevera y con la ayuda de una cuchara hacemos 8 porciones de 60 gr, que aplanaremos e iremos poniendo en una bandeja con papel vegetal.
Ponemos en el centro de cada galleta una buena cucharadita de nuestro relleno (el cual hemos sacado de la nevera y que habrá endurecido) Con el resto de la masa, hacemos bolas de unos 40 grs aproximadamente y con éstas vamos tapando las galletas rellenas. Sellando bien los bordes. Sin aplastar el centro.
Congelamos mínimo un día antes de hornear.
Transcurrido este tiempo de congelado, precalentamos el horno a 180° y horneamos durante diez o doce minutos nuestras galletas, es importante no pasarse con el horno, queremos que el centro quede jugoso y tierno. Sacamos del horno y cuando aún estén calientes, colocamos los chips de chocolate con leche sobre la superficie de nuestras galletas. Dejamos enfriar en la misma bandeja durante al menos diez minutos ya que nada más salir del horno son muy frágiles.
Con cuidado transferimos a una rejilla para que enfríen por completo, aunque como siempre os digo, resulta más que difícil esperar a que enfríen sin comerse alguna. En casa nos vemos soplando cada mordisco de lo impacientes que somos pero es que el olor es totalmente embaucador.
Feliz semana amigos y hasta el próximo jueves.
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