¿A quién no le gusta disfrutar de un delicioso dulce de vez en cuando? Y qué me decís de los famosos "Fudge", ese caramelo meloso, pegajoso y lleno de sabor que hace que con un solo mordisco haya una estallido de sabor en tu boca.
Y es que este típico y pequeño dulce estadounidense es una bomba en toda regla. Y digo bomba, tanto haciendo referencia a su sabor, como al gran aporte calórico desmesurado que nos aporta un mordisco a este diminuto pero gigantesco capricho.
Por este motivo, he recreado y versionado esta maravilla de la repostería para hacerlo más saludable, lleno de grasas saludables y con calorías que nos aporten algo a nuestro organismo.
No sé si sabéis que el que fudge es originario de EEUU, como os comenté anteriormente, pero que surgió fruto de un error al intentar hacer caramelo, de ahí su nombre que se podría traducir como "chapuza".
Y como digo yo, bendita chapuza deliciosa. Porque de los errores se aprende y para muestra un botón.
Lo mejor de todo es que he recreado este pequeño manjar haciéndolo sano y con ingredientes muy Top, dentro de los cuales, he mezclado y usado mis dos ingredientes amados por excelencia, los cuales ya sabéis sin que yo los mencione cuales son, así que vamos con esta sencilla y rápida receta.
INGREDIENTES:
- 150 grs de chocolate 70% s/a
- 150 grs de mantequilla de cacahuete.
- 2 cucharadas de sirope de arce puro s/a.
- Grajeas de colores s/a para decorar.
ELABORACIÓN:
En un bol apto para el microondas, fundimos el chocolate a intervalos cortos de tiempo con el fin de evitar que se los queme.
Cuando el chocolate esté fundido, añadimos la mantequilla de cacahuete y el sirope de arce puro y removemos con la ayuda de unas varillas sin parar hasta que todos los ingredientes se integren y obtengamos una mezcla homogénea.
Vertemos la mezcla en un molde de silicona rectangular, al que previamente habremos cubierto de papel vegetal, y disponemos las grajeas como más nos guste. Yo pensé el tamaño que quería para mis caramelos y le puse tres a cada uno de ellos.
Refrigeramos hasta el fudge coja cuerpo y solidifique. Sacamos de la nevera y cortamos del tamaño deseado con un cuchillo sin sierra.
Conservamos en la nevera.
Os aseguro que no tienen nada que envidiar a cualquier otro que hayamos comido antes y comprado en un supermercado, al revés, me atrevo a asegurar que estos están infinitamente más buenos.
Intenso sabor a chocolate y cacahuete, ¿Qué más se le puede pedir?
Hasta dentro de siete días amigos, gracias por leerme.
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