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Cheesecake Zebra Saludable

jueves, 21 de mayo de 2020

  

Ya iba siendo hora de que os trajera la receta de una tarta en condiciones y cambiara un poco de aires en lo que a recetas se refiere. Ultimamente las cookies me han abducido y no puedo parar de hacerlas de todas las formas y tamaños imaginables, pero para dar un giro de 180º nada mejor que hacer con esta tarta de chocolate, vainilla y queso.

¿Os podéis imaginar que a pesar de todo lo que lleva y como la he descrito, aún así es saludable? Pues sí amigos, una vez más volvemos con los postres que cuidan las calorías, que están elaborados por productos bajos en grasas, sin azúcares añadidos y por supuesto, deliciosos.

Lo mejor que os podía compartir hoy es la tarta que hice este año para celebrar el día de la madre, que aunque no nos hayamos podido reunir y comer en familia como es tradición en mi casa, esto no  me ha impedido que haya horneado esta maravilla en mi casa y que haya ido a casa de mis padres y  a casa de mi suegra para dejarles un trocito en la puerta de casa. Porque de esta manera, aunque estemos separados fisicamente, nos hace estar más cerca a través del sentido del gusto y del corazón.

Es como estar juntos en la distancia, disfrutando todos del mismo postre y celebrando el día de una las personas más importantes para mí y para mi chico, nuestras madres.

Y como las queremos mucho y queremos cuidarlas como se merecen, nada mejor que un postre con todo su sabor pero que cuida la línea en cierta medida, y digo esto porque como os recuerdo siempre, que un postre esté hecho con ingredientes bajos en grasas y sin azúcares añadidos no lo convierte el light, ojo con esta peligrosa palabra. Esta tarta es saludable, con menos calorías pero aún así las tiene, por eso cuidado con las porciones que nos comemos.

Como podéis ver, además de apetecible, es bonita. Como la ocasión bien lo merecía, decidí culminarla con esta ganache de chocolate con leche s/a y chocolate blanco s/a simulando una flor. Sencillo pero resultón, ahora os explico como conseguir este precioso efecto, pero antes, vamos con la receta.

INGREDIENTES PARA LA BASE:

  • 150 grs de galletas tipo Oreo s/a
  • 40 grs de aceite de coco.

INGREDIENTES PARA EL RELLENO:

  • 1 kg de queso de untar light.
  • 2 cucharadas de Maicena.
  • 4 huevos.
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla.
  • 2 cucharadas soperas de cacao puro desgrasado.
  • 80 grs de eritritol o edulcorante que utilices.

INGREDIENTES PARA LA COBERTURA:

  • 150 grs de chocolate con leche s/a.
  • 20 ml de leche desnatada sin lactosa.
  • 30 grs de chocolate blanco s/a.



ELABORACIÓN:

Precalentamos el horno a 180º y preparamos un molde redondo desmoldable con papel vegetal en la base. Reservamos.

En el procesador de alimentos trituramos las galletas tipo Oreo hasta obtener una especie de harina de galleta, le añadimos el aceite de coco derretido y mezclamos bien hasta obtener una mezcla homogénea.

Repartimos de manera uniforme en el molde que teníamos reservado y lo dejamos reposar en la nevera mientras continuamos con la preparación de nuestra cheesecake.

En el bol de la amasadora, echamos el queso crema, el eritritol y el extracto de vainilla y batimos bien hasta que todos los ingredientes se integren. Sin dejar de batir a velocidad baja, vamos añadiendo los huevos uno a uno.

A continuación, incorporamos la Maicena y removemos bien para que no queden grumos. Cuando tengamos la mezcla lista, repartimos en dos tazones grandes a partes iguales, para ello yo utilicé el peso, de esta manera me aseguré que había la misma cantidad de masa en ambos.

En uno de ello incorporamos el cacao en polvo desgrasado y removemos hasta integrar por completo.

Sacamos nuestro molde de la nevera y empezamos a darle forma a esta cheesecake tipo cebra. Para ello, cogemos una cucharada de masa blanca y la ponemos en el centro del molde, después ponemos justo encima una cucharada de masa de chocolate, repitiendo esta operación hasta acabar con ambas masas. Es decir, empezamos con una cucharada de masa blanca, justo encima una cucharada de masa de chocolate, después otra blanca, otra de chocolate..........................y así hasta terminar. La idea es que siempre echéis la cucharada encima de la anterior, se irán esparciendo de manera natural y saldrá este precioso efecto al cortar la tarta.

Introducimos en el horno previamente caliente, durante 40 minutos o hasta que al pinchar nuestra tarta con un palillo, éste salga limpio. Sacamos del honor y dejamos enfriar primero a temperatura ambiente y después en la nevera hasta el día después.

Al día siguiente preparamos la ganache que va a terminar por decorar nuestra cheesecake. Para ello, fundimos el chocolate con leche junto con la leche desnatada y removemos bien hasta obtener una ganache ligera y cremosa. Reservamos.

Fundimos por otro lado el chocolate blanco y cuando lo tengamos listo lo introducimos en un manga pastelera provista de una boquilla redonda pequeña. Reservamos.

Sacamos nuestra cheesecake de la nevera y sobre ella echamos la ganache de chocolate con leche, repartimos de manera uniforme por toda la superficie para  que quede lisa.

Ahora le toca el turno al chocolate blanco. Con mucho cuidado vamos a dibujar una espiral sobre la ganache de chocolate con leche, yendo desde el centro hasta acabar en el borde del molde. Haced la espiral juntita, quedará más bonita.

Cuando tengamos la espiral lista, con la ayuda de un palillo vamos a dibujar rayas que van desde el centro de nuestra tarta a las paredes del molde, de esas haremos cuatro y entre éstas haremos más rayas, pero éstas irán desde los bordes al centro de la tarta. De esta manera, al cambiar la dirección conseguiremos ese efecto de pétalos de flor.

En esta foto podéis ver el efecto que buscamos

Cuando la tengamos lista, la dejamos atemperar a temperatura ambiente. La idea es que el chocolate no solidifique demasiado y esté untuoso cuando vayamos a disfrutarla.

Os puedo asegurar que aunque fue en la distancia, cada uno en su casa, el éxito fue unánime. Les encantó y es que esta cheesecake es perfecta para celebrarlo todo, sobre todo la VIDA.

Millones de besos, gracias por leerme cada semana.



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