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Tarta De La Abuela Saludable a "Mi Manera"

jueves, 19 de diciembre de 2019



Esta tarta es el resultado de la improvisación total de tener una cosa en mente y que todo salga mal.
Así me sentí el sábado pasado.

Después de tirarme toda la tarde del viernes preparando un bizcocho para una tarta que después pensaba rellenar de crema pastelera y coronarla con una ganache de chocolate sin azúcar al día siguiente, me encuentro con la sorpresa de que al partir el bizcocho por la mitad para proceder a rellenarlo y terminar mi tarta, me doy cuenta de que el interior está mal, realmente fatal.

Parece como si no se hubiera cocido, está apelmazado y parece crudo, pero cuando lo pinché por la noche para comprobar que estaba hecho, el cuchillo salió perfecto.

Me ha pasado tres veces ya en lo que va de mes y creo que el horno se está revelando de manera muy mala, la desesperación fue total.

Venían familiares a cenar a casa y ahora no tenía postre, encima era especial, porque era sin azúcar, ya que, como os he comentado en otras ocasiones, mi tía es diabética y siempre le preparo algún postre para que pueda disfrutar como los demás.

Así que ahí me tenéis, con bizcocho para tirar a la basura, pero con la crema pastelera y la ganache lista para terminar una tarta que no existía.

Me puse a pensar rapidamente y a la cabeza me vino preparar la típica "Tarta de la Abuela" con galletas, pero para mi sorpresa, en mi casa NO había galletas esta vez y mira que siempre tengo paquetes.

Estaba realmente desesperada y enfadada conmigo misma, aunque un poco sin sentido. Hasta ayer, que mi horno volvió a hacer de las suyas en una de mis recetas infalibles, no me dí cuenta de que el fallo no había sido mío, de que no dependía de mí pero aún así me cuesta mucho deshacerse de ese sentimiento de culpabilidad.

Pero de pronto la inspiración vino a mí, cuando abrí el armario donde guardo las "supuestas galletas que no estaban", me topé de lleno con una maravilloso paquete de pan WASA, en ese momento vi en él mi salvación.

Ya tenía al mejor sustituto de las galletas, así que manos a la obra que me puse y el resultado, a parte de sorprendente fue delicioso.

Ninguno de mis invitados descubrió cual era el ingrediente sorpresa, incluso pensaban que se trataba de hojaldre, imaginaos lo bien que quedó. Y lo mejor de todo, menos calórica que con las típicas galletas sin azúcar, así apuntadlo bien que esta opción es digna de cualquier mesa.

INGREDIENTES PARA LA CREMA PASTELERA:

  • 4 yemas de huevo.
  • 500 ml de leche desnatada sin lactosa.
  • 2 cucharadas de sirope de Ágave.
  • 40 grs de Maicena.
  • 1 cucharada de esencia de vainilla sin azúcar.

INGREDIENTES PARA LA GANACHE:

  • 150 grs de chocolate 85%.
  • 20 ml de leche desnatada sin lactosa.

INGREDIENTES PARA EL RESTO DE LA TARTA:

  • 9 rebanadas de pan WASA (tres por capa).
  • 30 ml de leche desnatada sin lactosa.
  • 1 cucharadita de sirope de Ágave.
  • Bolitas de proteína sabor chocolate.

ELABORACIÓN:

Comenzamos preparando la crema pastelera. Para ello, ponemos la leche a hervir en un cazo junto con la esencia de vainilla y el sirope de Ágave.

En un bol, mezclamos las yemas junto con la Maicena y removemos bien hasta que ambos ingredientes se integren.

Cuando la leche haya hervido, retiramos del fuego y añadimos un poco de leche a la mezcla de yemas y Maicena, añadimos poco a poco y sin dejar de batir.

Cuando las yemas estén integradas con la leche, volvemos a poner al fuego y sin dejar de remover, esperamos a que la mezcla hierva y espese.

Retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Ahora vamos con nuestra ganache de chocolate, ponemos todos los ingredientes en un caza al baño María y removemos hasta que el chocolate se funda por completo junto con la leche. Retiramos del fuego.

MONTAJE DE LA TARTA:

En un plato hondo, ponemos los 30 ml de leche desnatada y el sirope de Ágave y mezclamos bien.

Vamos mojando uno a uno los pan Wasa, yo puse tres por capa, eso dependerá del tamaño del molde que utilicéis para la tarta. Mojamos los panes y los ponemos en la base del molde, a continuación, echamos la mitad de la crema pastelera y unas cuantas bolitas proteicas de chocolate.

Volvemos a mojar tres panes más y los colocamos sobre la crema pastelera. Ahora sobre ellos, echamos toda la ganache de chocolate y repartimos bien por toda la superficie. Colocamos la última capa de panes húmedos y terminamos de cubrir nuestra tarta con el resto de crema pastelera.

Decoramos con más bolitas proteicas de chocolate.

Dejamos en la nevera hasta el momento de servir.

Es una tarta sorprendente, fresca, jugosa y llena de sabor que no necesita nada más. Os aseguro que el sustituir las galletas por este tipo de pan fue todo un acierto, además de que en cuando a valores nutricionales mejora muchísimo, porque las galletas aunque sean sin azúcar tienen lo suyo.

Espero que os animéis a probarla y quién sabe, quizá esta tarta que hoy os presento, se convierta en el postre de estas Navidades en alguna de vuestras mesas, si es así, no dejéis de contármelo.

Besos mil y felices fiestas a todos.

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