La receta de hoy es más que especial, deliciosa, nutritiva y energética al máximo.
Este verano, entre alguno de nuestros destinos, estaba Viena. Una cuidad maravillosa que nos enamoró desde el minuto uno en que pisamos el aeropuerto. Teníamos muchas ganas de ir y de disfrutar de ella en todos los sentidos. Cada mañana nos levantábamos y nos poníamos a mirar donde desayunar o donde poder disfrutar de un delicioso "Brunch", porque madrugar conmigo es practicamente imposible.
Allí, cada día probábamos un lugar nuevo y en todos servían una granola extraordinaria, acompañando un yogur griego que era de una textura increíble, la combinación de ambos era deliciosa y nos daba energía para caminar todo el día hasta bien entrada la noche.
Ya de vuelta a la realidad, me olvidé de la granola hasta que un domingo nos levantamos a la hora de comer (yo soy la responsable de estas locuras de horario en fin de semana) y como ya no era hora de desayunar y era casi la hora de comer, nos fuimos a hacer un brunch, y como en Viena, pedimos granola de cacahuete con yogur.
En ese momento nos acordamos de ella y decidí que tenía que hacerla en casa.
En el supermercado existen opciones bastante buenas respecto a valores nutricionales y, aunque hemos comprado alguna, tengo que deciros que nada como hacerla casera.
Además de deliciosa, sencilla y rápida, es bastante barata (todo lo contrario si quieres comprar una saludable en cualquier supermercado) y lo mejor de todo es que admite de todo, las posibilidades son infinitas y puedes hacerla de todo lo que quieras y más.
Para mi primera vez, elegí chocolate entre otros ingredientes, a mi chico le encanta el chocolate del 90% y ésta era una oportunidad ideal para utilizarlo.
Os recomiendo que la hagáis en casa, se conserva perfectamente en un bote hermético y es el mejor acompañante de yogures varios, tortitas, etc. Os sorprendería saber en todo lo que se lo echa mi chico.
INGREDIENTES:
- 200 grs copos de avena grandes.
- 60 grs quinoa sin cocer.
- 50 grs avellanas crudas troceadas.
- 50 grs almendras crudas troceadas.
- 30 grs de pipas de calabaza.
- 30 grs semillas de chía.
- 50 ml aceite de coco derretido.
- 20 ml de aceite de oliva.
- 80 grs pasta de dátiles.
- 10 grs cacao en polvo desgrasado.
- 30 grs arándanos secos.
- 30 grs de chocolate 90% troceado.
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180ºC y preparamos una bandeja con papel vegetal en su base. Reservamos.
Lavamos la quinoa con abundante agua y la escurrimos.
En un bol, mezclamos todos los ingredientes menos los arándanos y el chocolate troceado con una cuchara hasta que todos los ingredientes se integren.
Lo extendemos en la bandeja de horno que teníamos previamente preparada y horneamos durante 15-20 minutos, hasta que esté tostadito. Es importante vigilar que no se queme y amargue.
Lo sacamos del horno y dejamos enfriar por completo. En este momento añadimos los arándanos y los trozos de chocolate y removemos.
Cuando la tengamos lista la guardamos en un bote de cristal hermético, aguanta perfectamente tres semanas, pero está tan rica que os aseguro que no llegará a tanto.
Otra opción es hacer la mitad de las cantidades, así la probáis y os cercioráis de que es un vicio auténtico.
Feliz jueves a todos amigos.
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