Seguimos con las recetas dulces en las que el ingrediente protagonista es la calabaza.
Aún tengo congelada bastante de la que me regalaron mis padres. Otra cosa ideal de este fruto es que se puede asar y congelar en bolsas, yo las que guardado en bolsitas de 100 gramos, así puedo ir sacando según las necesidades de la receta que vaya a preparar.
Para este jueves he elegido una cheesecake saludable, pero no una cualquiera, sino con calabaza y chocolate blanco sin azúcar añadido y lo cierto es que la combinación de sabores ha sido más que un acierto.
La textura es más que perfecta, la calabaza le aporta un extra de cremosidad y el sabor del chocolate blanco hacen que cada pedazo sea una explosión de sabor.
Se prepara en un periquete, es sencilla y saludable, baja en azúcares y grasas, por lo que en mi casa ya me la han pedido antes incluso de que ésta se acabara.
Es el postre ideal para disfrutar del fin de semana o, qué digo yo, para cualquier día porque acompañando una taza de té o café se hace irresistible.
La base de la receta está basada en otra que hice hace tiempo y que en casa nos cautivó a todos, lo único diferente es el chocolate blanco y os puedo asegurar de que la decisión ha sido más que acertada.
Ya os podéis imaginar todos el motivo por el cual elegí este ingrediente, ¿Verdad? Y sí, el motivo tiene nombre y apellidos y corresponde a mi otra mitad, mi alma gemela, el apasionado de este dulce blanco en todas sus formas, así en su honor y para mantener esos corazones que le salen de los ojos cuando me mira, le preparé esta tarta con todo el amor que siento por él, el cual es más que infinito.
INGREDIENTES BASE:
200 grs de galleta integral sin azúcares añadidos.
5 cucharadas de leche desnatada.
INGREDIENTES PARA LA CHEESECAKE:
- 250 grs de calabaza cocida.
- 250 grs de queso untar proteico.
- 125 gr de yogurt griego natural bajo en grasas y sin azúcar.
- 1 huevo L.
- 1/2 cucharadita de canela.
- 1 cucharada de harina de avena neutra.
- 1 cucharada de sirope de arce puro.
- 3 cucharadas de sirope de ágave.
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla.
- 100 grs de chocolate blanco sin azúcar derretido.
INGREDIENTES PARA LA COBERTURA:
- 200 grs de chocolate blanco sin azúcar.
- 1 cucharada de leche desnatada.
- 2 onzas de chocolate blanco sin azúcar para decorar.
ELABORACIÓN DE LA BASE:
En el procesador de alimentos, echamos las galletas y las trituramos hasta obtener una especie de harina.
Ponemos nuestra harina de galletas en un bol y les añadimos la leches desnatada poco a poco, con el fin de no pasarnos y que nuestra mezcla quede demasiado líquida, mezclamos bien con un tenedor hasta conseguir una textura parecida a arena mojada.
Echamos la mezcla en la base de nuestro molde, el cual teníamos reservado con papel vegetal en su base, y lo aplastamos bien con la ayuda de una cuchara hasta que quede una base compacta.
Reservamos en la nevera para que endurezca mientras preparamos el relleno.
ELABORACIÓN DEL RELLENO:
Precalentamos el horno 180°C y preparamos un molde desmoldable de unos 20 cm de diámetro poniendo papel vegetal en su base. Reservamos.
Lo primero que vamos hacer, es cortar la calabaza en trozos pequeños, la ponemos en un bol apto para el microondas y la tapamos con film transparente. Ponemos a cocer en intervalos de diez minutos hasta que la calabaza quede blandita.
Cuando la calabaza tenga la dureza correcta, la ponemos en un bol más grande y esperamos un poco a que enfríe. En este momento le pasamos la batidora para hacerla puré.
Cuando tengamos nuestro puré de calabaza listo, lo echamos en el bol de la amasadora y añadimos el queso, el yogur, la calabaza, los dos tipos de sirope, la esencia de vainilla y la harina de avena. y mezclamos hasta conseguir que todos los ingredientes se integren. Reservamos.
Fundimos el chocolate blanco sin azúcar, cuando tenga la textura ideal, añadimos una cucharada de la mezcla de cheesecake para evitar que al contacto el chocolate se vuelta a poner duro. Cuando esta pequeña mezcla este integrada, la echamos en el bol y volvemos a batir un par de minutos.
Sacamos nuestra base de la nevera y vertemos el relleno.
Introducimos nuestra cheesecake en el horno al Baño María durante unos 60 minutos o hasta que la superficie adquiera cierto color dorado y al pincharla con una palillo, éste salga limpio.
Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo para después introducir en la nevera. Lo ideal es dejarla toda la noche para que adquiera cuerpo y todos los sabores se intensifiquen.
Para terminar, vamos a preparar la COBERTURA DE CHOCOLATE, para ello ponemos en un bol el chocolate blanco sin azúcar junto con la cucharadita de leche desnatada y fundimos al baño María hasta obtener una especie de ganache.
Cuando la tengamos lista, la repartimos de manera uniforme por toda la superficie con la ayuda de una espátula. Para terminar la decoración, troceamos con la ayuda de un cuchillo las dos onzas de chocolate y la ponemos sobre la ganache.
Os puedo asegurar que el sabor de esta cheesecake es más que especial, la calabaza le da una cremosidad increíble y el chocolate blanco es el punto perfecto para hacerte adicto a ella.
Ideal para disfrutar una de estas tardes de otoño, en casa con la calefacción bien puesta, manta y sofá y una deliciosa y humeante taza de té.
Espero que tengáis una dulce semana, empiezo a encender el horno para intentar sorprenderos el próximo jueves.
Besos amigos.
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