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Cinnamon Rolls

jueves, 13 de junio de 2019


Si hay una receta americana de repostería de la que nunca me canso y de la que me enamoré para toda la eternidad desde el primer mordisco, fueron los Cinnamon Rolls.

En mi blog tengo varias recetas, con rellenos variados y de sabores diferentes pero sea cual sea el elegido, siempre es un  acierto. En casa nos encantan y desde que conozco a mi chico le estoy dando la paliza con estos pequeños enrollados.

Él nunca los había probado y como yo soy muy pesada pero no encontraba el momento de hacerlos en casa, terminó por ir a una tienda y probarlos y la verdad es que le encantaron. Al principio, y como suele ser normal, le parecieron un poco secos pero pronto se aficionó al sabor especial que tiene este bollito y cada vez que íbamos a la misma cafetería su elección era la misma.

 Cada vez que pedía uno y me decía lo bueno que estaba, yo saltaba con la misma canción: “Verás cuando pruebes los míos” pero nunca llegaba el momento. Hasta que un día delante de mis padres me dijo: “Tanto, tanto y siempre igual. Que los tuyos están muy buenos pero como no me los haces.....no puedo decir cuales están más buenos”.

Esa frase me hizo despertar y pensar: “tengo que superar estos rollos de canela de supermercado, refrigerados y congelados, hechos en cadena como sea. Aunque en realidad no hay problema, mis Rolls son infalibles”.

Así que el fin de semana pasado me puse manos a la obra y para más riesgo, hice esta masa que no había probado antes, utilizando buttermilk en su elaboración y lo cierto es que la jugosidad que le aporta es espectacular, se nota en el resultado final.

Para mí no hay nada mejor que hornear estos pequeños, toda la casa huele espectacular y cuesta un mundo esperar a que enfríen un poco para poder probar alguno y más en esta ocasión que me estaba jugando un primer o segundo puesto en el ranking de mi chico de Rollos de Canela. La lucha era dura, aunque yo estaba segura de que me alzaría con el premio.

¿Y cuál fue el resultado? Logicamente, el esperado. Me hice con el primer puesto y sin que el segundo me pisara los talones porque mis Cinnamon Rolls caseros no tienen competidor. Pero no lo digo porque sean míos, para nada, es que como lo casero y hecho en casa con amor, dedicación y paciencia es insuperable.

Para hacerme de rabiar, en el primer mordisco me dijo un simple....”No está del todo mal”, pero yo sabía que me engañaba, sus ojos, y sus labios repletos de glaseado, lo decían todo.

¡Estaban brutales!

Os prometo que esta receta es infalible y perfecta, los rollos quedan enormes, esponjosos y jugosos, con una textura inmejorable que acompañados del glaseado hacen que aún queden más tiernos y deliciosos. La combinación es perfecta y es que con canela, todo sabe mejor.

De esta receta salen 12 rolls enormes, lo que he hecho es congelar unos cuantos para poder disfrutarlos en mi comida libre. Tenerlos a mano resulta un peligro inminente y una provocación constante, así que congelados es más fácil para evitar tentaciones.

Duran hasta dos meses, solo es necesario, descongelar y calentar unos segundos en el micro antes de degustar. Calentitos son más que perfectos, os lo aseguro.


Ahora ya sí, después de toda la historia que envuelve esta receta más que repetida en mi blog, os dejo con ella.

INGREDIENTES:

  • 240 ml de buttermilk o suero de leche, se consigue poniendo unas gotas de limón en la leche entera y dejándola reposar unos 10 minutos.
  • 135grs de azúcar blanca.
  • 14 grs de levadura fresca de panadería.
  • 115 grs de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
  • 2 huevos L a temperatura ambiente.
  • 1/2 cucharadita de sal.
  • 558 grs de harina para todo uso.


INGREDIENTES PARA EL RELLENO:

  • 90 grs de mantequilla a temperatura ambiente.
  • 100 grs de azúcar blanca.
  • 2 cucharadas de canela molida.


INGREDIENTES PARA EL GLASEADO:

  • 50 grs de icing sugar.
  • 10 ml de leche entera.


ELABORACIÓN DE LA MASA:

En una cacerola pequeña, calentamos la leche a fuego lento hasta que esté tibia. Llegado a este punto, retiramos del fuego y la echamos en un bol y con la ayuda de una cuchara, agregamos el azúcar y la levadura y mezclamos bien. Cubrimos la mezcla con un paño y la dejamos reposar hasta que la levadura esté espumosa, aproximadamente 5-10 minutos.

En el bol de la amasadora equipada con el accesorio para el gancho o garfio propio para hacer masas (si no tenéis amasadora se puede hacer manual, pero es mayor el trabajo, eso sí, día de gym más que superado), batimos la mantequilla a velocidad baja hasta que se rompa ligeramente.

A continuación, agregamos huevos, uno a uno, y luego la sal. La mantequilla realmente no se mezclará con la mezcla, así que no os alarméis si se queda como cortada en pedazos. A baja velocidad, poco a poco agregamos la harina.

Una vez que todo está añadido, batimos a velocidad media-alta hasta que se forme una masa suave, aproximadamente serán unos 6 minutos más. Si no tenéis una amasadora este paso es manual, así que paciencia y a darle al bíceps.

Cuando la masa haya obtenido una consistencia adecuada, hacemos una bola con ella y la transferimos a un bol, el cual habremos engrasado previamente con un poco de aceite.  Cubrimos la masa con film transparente y la dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño, aproximadamente unas 2 horas.

Trascurrido este tiempo, engrasamos el molde donde vamos a hacer nuestros Rolls y pasamos nuestra masa a una superficie enharinada y, utilizando un rodillo de amasar, formamos un rectángulo con la misma, asegurándonos de que toda la masa tiene el mismo grosor.

ELABORACIÓN DEL RELLENO:

Con la ayuda de una brocha de cocina, extendemos la mantequilla ablandada por toda la masa. En un tazón pequeño, mezclamos la canela y el azúcar hasta que estén combinados  y luego espolvoreamos uniformemente sobre la masa engrasada con la mantequilla.

Enrollamos firmemente la masa por el lado más largo del rectángulo. Cortamos en  rollos 12 grandes y los colocamos en la bandeja para hornear que teníamos ya preparada.

Volvemos a cubrir los rollos con film transparente y  dejamos que suban hasta que el tamaño de los rollos se duplique, aproximadamente otras 2 horas.

Una vez que los rodillos hayan subido, precaliente el horno a  190 ° C y horneamos durante unos 25 minutos, hasta que estén doradas. Sacamos del horno y dejamos que se enfríen dentro del propio molde durante al menos unos 10 minutos mientras preparamos  el glaseado.

ELABORACIÓN DEL GLASEADO:

En un tazón, mezclamos los ingredientes con la ayuda de una cuchara hasta que no quede ningún grumo del azúcar.

Extendemos el glaseado sobre los rollos calientes para servirlos inmediatamente.

Como salen mucho, se pueden cubrir bien o meter en bolsas para congelar, aguantan a temperatura ambiente durante 3 días o en el refrigerador durante 5 días y si se congelan, hasta 2 meses.


Aunque igual de deliciosos están sin glaseado y acompañando una buena taza de té. La verdad es que estos dulces enrollados están tremendos de cualquier manera.

Animaos a probar esta nueva receta, os prometo que no os defraudará.

Nos vemos en siete días, sed felices amigos.

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