Otra receta más de antojo total y es que
ultimante llevo unas semanas que no paro de tener ganas de dulces distintos,
pero con tantas ganas que tengo que ponerme manos a la obra.
Lo peor de todo, es que nada más disfrutarlo
ya estoy pensando en cual será la siguiente receta que voy a hacer. Es un no
parar constante.
Eso justo me pasó con la mega cookie de la
semana pasada. La estaba comiendo, saboreando y disfrutando como la que más,
pero en mi cabeza ya estaba rondando la idea de una tarta de chocolate a tope.
Y digo a tope porque necesitaba que el
bizcocho fuera de chocolate, que tuviera un relleno más que generoso de
chocolate también y que la cobertura fuera gruesa y con más chocolate si aún
era posible. Y sí amigos, fue posible y de todas mis necesidades de chocolate
máximo nació esta maravillosa tarta.
Y es que, aunque parece que tengo un poco
abandonado a mi amado chocolate, ultimamente no ocupa tantos papeles
principales en mis recetas, siempre le echo de menos y siempre lo necesito. Es
verdad que la mantequilla de cacahuete ha llegado con mucha fuerza a mi vida,
llegando incluso a parecer que ha podido sustituir al maravilloso cacao que tan
feliz me hace, pero no. La verdad es que lo que más me gusta es mezclar y
combinar ambos ingredientes, eso es lo mejor del mundo mundial, pero para
variar, en esta tarta solo quería chocolate.
Necesitaba enormemente sentir el placer del
sabor del chocolate y solo el sabor de este ingrediente, sin que ningún otro lo
pudiera eclipsar, cosa que en ocasiones hace la mantequilla de cacahuete, es
tan fuerte que solo aparece ella. Y hoy en mi tarta, eso no iba a pasar.
Por eso os traigo una tarta solo apta para los
chocoadictos como yo. Eso sí, a parte de generanos endorfinas mientras la
disfrutamos, esta tarta viene con muchos otros
beneficios. Lo mejor de todo es que como siempre, es sin azúcar añadido
y sin grasas, salvo las saludables que le aporta la cantidad de mantequilla de
cacahuete justa utilizada en el bizcocho, por lo que se convierte en una opción
de postre ideal para seguir cuidándonos sin renunciar a un delioso trozo de
tarta.
El resultado es perfecto, el bizcocho queda
jugoso y tierno y tanto el relleno como la cobertura son lo más, un paraiso
para los amantes incondicionales del chocolate. De hecho, cuando la terminé y
me decidí a comer un trozo, mi chico no apostaba mucho por ella, hasta que al
probar de mi plato, tuvo que confesar que no podía imaginar que estuviera tan
buena. Vamos, que después de comer ese trozo, volvió a repetir en más de una ocasión hasta acabar con ella, siempre acompañando su porción de una taza de cola cao, porque con el chocolate nunca se alcanzan los niveles suficientes.
INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:
- 150 grs de harina de avena.
- 7 claras pasteurizadas.
- 2 huevos enteros.
- 1 cucharada de levadura química.
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico.
- Un pizca de sal.
- 1 y ½ cucharadita de edulcorante líquido.
- 1 cucharada de sirope de ágave.
- 100 ml de bebida de avellanas sin azúcar añadido.
- 40 grs de cacao desgrasado en polvo.
- 3 cucharadas de mantequilla de cacahuete.
- 3 cucharaditas de "nocilla saludable", yo he utilizado NocAmix.
INGREDIENTES PARA EL RELLENO Y LA COBERTURA:
- 350 grs de chocolate con leche sin azúcar.
- 50 ml de leche desnatada sin lactosa.
ELABORACIÓN DEL BIZCOCHO:
Precalentamos el horno a 180º y preparamos un
molde redondo desmoldable de unos 20 cm de diámetro poniendo papel de hornear
en su base. Reservamos.
Separamos las yemas de las claras de los
2 huevos enteros y colocamos las
claras en el bol de la amasadora, la
cual tendremos lista con el accesorio de varillas. Añadimos las otras 7 claras
pasteurizadas y la pizca de sal y montamos a punto de nieve. Cuando las
tengamos bien firmes, las echamos en un plato y reservamos.
En un bol mezclamos los ingredientes secos, es
decir, la harina de avena, el bicarbonato sódico, el cacao desgrasado en polvo
y la levadura. Reservamos.
Quitamos las varillas de nuestra amasadora y
colocamos el accesorio para mezclar (la pala), en el bol echamos las yemas, el
edulcorante líquido, el sirope de ágave, la mantequilla de cacahuete y las
cucharaditas de nocilla saludable, mezclamos bien. Como esta masa resulta muy
consistente añadimos seguidamente la leche y batimos bien hasta que todos los
ingredientes se integre.
Cuando hayamos obtenido una masa homogénea,
añadimos los ingredientes secos y mezclamos bien.
A continuación y con la ayuda de una espátula,
agregamos poco a poco las claras montadas a punto de nieve. Lo haremos con
movimientos envolventes, muy despacio, para evitar que se bajen, es importante
que nuestra masa tenga mucho aire, así nos quedará un bizcocho muy esponjoso al hornear.
Cuando hayamos incorporado las claras a punto
de nieve, ponemos nuestra masa de bizcocho en el molde que teníamos reservamos
y horneamos durante 45 minutos. Transcurrido este tiempo, pinchamos en el
centro nuestro bizcocho con un palillo, si éste sale limpio, nuestro bizcocho
está listo.
Sacamos del horno, lo dejamos enfriar 10
minutos dentro del molde y a continuación desmoldamos para dejarlo enfriar por
completo sobre una rejilla.
ELABORACIÓN DEL RELLENO Y DE LA COBERTURA:
En un cazo al baño María, ponemos el chocolate
troceado junto con la leche y removemos bien hasta que ambos ingredientes se
integren y obtengamos una ganache de chocolate.
Retiramos del fuego y dejamos que temple un
poco.
MONTAJE DE LA TARTA:
Con la ayuda de una lira o cuchillo, partimos
nuestro bizcocho por la mitad. Metemos la base del bizcocho en el molde donde
lo hemos horneado y vertemos sobre el mismo la mitad de la ganache de chocolate
que teníamos templando.
Cuando haya enfriado un poco, cubrimos con la
otra mitad del bizcocho y volvemos a cubrir con el resto de la ganache.
Dejamos enfriar por completo dentro del molde.
De esta manera, el relleno y la cobertura se enfriarán dentro del molde y se
solidificarán adquiriendo la forma deseada.
Antes de desmoldar, pasamos la punta de un
cuchillo por los bordes del bizocho.
Ahora ya tenemos lista nuestra tarta para
disfrutarla acompañando una buena taza de té.
Aunque si os soy sincera, esta maravillosa
tarta no necesita acompañamiento alguno, está deliciosa de cualquier manera.
Espero haberos animado a preparar esta tarta
para el fin de semana, estoy segura de que en vuestra despensa tenéis todos los
ingredientes necesarios para hacerla. No lo dudéis, estoy segura de que no os
vais a arrepentir.
En siete días volvemos. Besos mil.
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