Si quería publicar una receta especial, aquí os traigo una especial de verdad.
Y los motivos que hacen que así sea son varios y todos muy importantes para mí. Entre ellos os puedo contar que para su elaboración conté con la ayuda del mejor pinche del mundo mundial, así que podría decir que la receta está hecha entre dos. Y es que mi chico es tan maravilloso que no solo aguanta mis tonterias varias (que por cierto no son pocas), sino que también se pone manos a la obra y me ayuda en todo lo que yo pueda necesitar: friega todo lo que voy manchando, me trae ingredientes y los pesa, controla el horno y me rellena los moldes cuando no doy a basto. Tengo la suerte de tener a mi lado a la persona más maravillosa que existe, os lo aseguro.
Otra razón que los hace especiales, es porque es el primer postre que preparo para el blog en mi nuevo hogar. Todos los que habéis leído hasta la fecha estaban hechos en casa de mis padres, donde tengo todo más que controlado.
Pero estos deliciosos donuts salen del horno de mi propia casa y todos vosotros, reposteros como yo, sabéis lo que eso significa. Que levante la mano quien no cruza los dedos antes de hornear un dulce en un horno que no conoce, difícil es hacerse con él a la primera, por eso yo estoy más que contenta.
A parte de todo esto, llevaba un montón de tiempo con un antojo tremendo de donuts pero, como siempre os digo, el hecho de que tengan tantas calorías hace que me lo piense más de dos veces antes de comprar una caja. Así que con esas estaba y tenía que ponerle remedio, nada mejor que donuts caseros al horno, sin azúcar y sin grasas.
Pero ya que no iban a ser tan calóricos, algo de "chicha" había que meterles. Los míos no podían ser unas simples rosquillas al horno. Les iba a distinguir el relleno, el cual estaba más que asegurado y para ello, nada mejor que (los que ya me conocéis os hacéis una idea) chocolate y mantequilla de cacahuete.
La base de todos es la misma, lo único que cambia es la cobertura, que las he ido elaborando según me inspiraba cada uno. Eso sí, os puedo asegurar que quedan deliciosos.
Queda con textura similar a una rosquilla, no son en plan esponjosos, como los donuts a los que estamos acostumbrados a comprar en grandes superficies, sino que la masa es más densa, con un intenso sabor a cacahuete que junto con el delicioso relleno y la cobertura hacen que degustarlos sea toda una experiencia extra para el sentido del gusto.
Soy tan adicta a esta combinación de sabores (chocolate y mantequilla de cacahuete) que todo me sabe a gloria cuando ambos están presentes, tanto tanto que me cuesta controlar las cantidades a comer. Puedo comerme tres donuts de una sentada y quedarme tan "pichi", menos mal que tengo a mi lado a mi conciencia (amor lo eres todo) que me ayuda a frenar mis ganas de devorar la bandeja entera.
Para mí han sido todo un descubrimiento y os puedo decir con seguridad que si los hacéis en casa les van a gustar a todos. Creo que pueden convertirse en una excelente opción de merienda saludable para los niños y los no tan niños, porque para disfrutar de un delicioso postre nunca se tiene edad suficiente.
No os asustéis con la elaboración de la receta, parece laboriosa pero con un poco de paciencia, os quedarán espectaculares.
INGREDIENTES PARA EL RELLENO:
- 125 grs de chocolate con leche sin azúcar Valor.
- 40 grs de mantequilla de cacahuete.
INGREDIENTES PARA LA MASA:
- 1 huevo M.
- 150 grs de harina de avena, yo he usado sabor Cookies pero podeís usar neutra.
- 100 grs de mantequilla de cacachuete.
- 1 cucharadita de levadura química.
- 1 y 1/2 cucharadita de edulcorante líquido.
- 150 ml de leche de almendras sin azúcar.
INGREDIENTES PARA LA COBERTURA:
- 125 grs de chocolate con leche sin azúcar Valor.
- 200 grs de chocolate blanco sin azúcar Torras.
- Mantequilla de cacahuete.
- Protein Crunch variados de MyBodyGenius.
ELABORACIÓN DE RELLENO:
Para la elaboración de esta receta vamos a necesitar moldes para donuts. Comenzamos tapando nuestro molde con papel film, haciendo los círculos tal cual. La idea es forrar el molde. Reservamos.
En un bol apto para el microondas, fundimos el chocolate junto con la mantequilla de cacahuete en intervalos cortos de tiempo, con el fin de que no se nos queme.
Mezclamos bien hasta que todos los ingredientes se integren. Con la ayuda de una cuchara, rellenamos los huecos del molde de donuts que teníamos reservado y forrado con el film transparente.
Metemos en el congelador hasta que se solidifique, unos 20 minutos aproximadamente.
ELABORACIÓN DE LA MASA:
Precalentamos el horno a 180º.
En el bol de la amasadora, echamos todos los ingredientes y batimos bien hasta obtener una mezcla densa y homogénea.
Sacamos los moldes de donuts del congelador y retiramos el relleno de chocolate, tirando del film transparente. Reservamos en un plato en la nevera para que se conserven y no se derritan en lo que preparamos la masa.
Ahora vamos engrasar las cavidades de los donuts con un poco de aceite de coco para evitar que se nos peguen durante el horneado. Reservamos.
Con la ayuda de dos cucharas o de una manga pastelera, rellenamos los agujeros del molde de donuts hasta la mitad, en ese momento, despegamos uno de los rellenos de chocolate y cacahuete del film y lo ponemos sobre la masa del donut, tapamos con más masa hasta el borde de la cavidad.
Aquí falta volver a cubrirlos con más masa
Repetimo la operación hasta acabar con toda la mezcla. A mí me salieron once donuts en total.
Horneamos unos 20 minutos aproximadamente, transcurrido este tiempo y cuando los donuts hayan puesto dorados, retiramos del horno y dejamos enfríar unos quince minutos dentro del molde.
Después, con la punta de una cuchillo despegamos un poco los bordes de nuestros donuts y desmoldamos por completo. Dejamos enfríar sobre una rejilla.
ELABORACIÓN DE LA COBERTURA:
Para terminar los donuts lo que hice fue fundir ambos chocolates en diferentes bowls aptos para microondas, fui sumergiendo los donuts en los chocolates y los decoré con mantequilla de cacahuete o Protein Crunch cuando el chocolate aún estaba caliente.
Las opciones son inmensas, desde cacahuetes picados, almendras, cereales, trocitos de chocolate....todo lo que se os ocurra es válido, pongáis lo que les pongáis quedarán ideales e irresistibles.
Y como una imagen vale más que mil palabras, me despido con una que hizo mis delicias en la sesión de fotos. Fui muy fuerte y aguanté la tentación de hacer la foto para enseñaros el relleno pero el olor tan delicioso no paraba de provocarme.
Feliz semana, nos vemos en siete días. Besos mil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario