Hace una par de semanas hice un roscón en casa y es que si hay algo de que me guste de la Navidad, en cuanto a dulces típicos se refiere, es sin lugar a dudas, el Roscón de Reyes.
Y que casualidad que justo a mi chico le pasa exactamente igual que a mí, aunque creo que él me gana en lo que a devorar este dulce se refiere. Puede estar comiendo roscón hasta Semana Santa jajaja y pensaréis que estoy exagerando pero nada más lejos de la realidad, yo me quedé igual de sorprendida que vosotros cuando me lo dijo pero es que después de estas fechas lo tenemos tan fácil, encima se venden a mitad de precio y la tentación, para los amantes de este postre con sabor a agua de azahar es muy grande.
Por eso, un día que estaba en casa sin nada que hacer, me puse manos a la obra para sorprender al hombre de mi vida con su dulce preferido. Elegí esta receta porque es sencilla y a su vez infalible, aunque os recomiendo que para que os quede más alto y grueso, lo hagáis dentro de un molde para tartas desmoldable de unos 22 cm, poniendo en el centro un vaso de tubo para que cuando crezca se mantenga su forma original de donut gigante.
Nosotros lo acompañamos de nata montada pero solo con una buena taza de té, ya sabéis que no soy de café, resulta delicioso.
Así que si este año no os apetece comprar roscón y preferís hacerlo casero, aquí os dejo mi receta de Roscón para principiantes, espero que os guste.
INGREDIENTES PARA LA MASA:
- 430 grs de harina de fuerza.
- 160 ml de leche.
- 2 huevos M.
- 21 grs de levadura fresca de panadería.
- 60 grs de mantequilla.
- 120 grs de azúcar blanco.
- 5 grs de sal.
- 4 cucharadas de agua de azahar.
- Corteza de naranja y de limón
- 2 palos de canela
INGREDIENTES PARA LA DECORACIÓN:
Fruta confitada variada.
Almendras laminadas .
200 grs azúcar blanca.
ELABORACIÓN DEL ROSCÓN:
En un cazo, hervimos la leche junto con la corteza de limón y naranja y la canela. Cuando rompa a hervir, retiramos del fuego y dejamos infusionar, tapado, hasta que la mezcla esté tibia. Cuando haya enfriado, colamos para retirar las diferentes cortezas de los cítricos y los palitos de canela y añadimos el agua de azahar, el azúcar y la sal. Reservamos.
En un bol de la amasadora provisa con el gancho de para amasar, colocamos la harina y en ella, deshacemos la levadura fresca de panadería. Incorporamos la leche infusionada y los dos huevos batidos. Amasamos hasta tener una masa elástica y homogénea.
Finalmente, cuando la masa esté bastante lisa, incorporamos la mantequilla, en trocitos, a temperatura ambiente. Seguimos amasando hasta que se integre por completo.
Engrasamos un bol on un poco de aceite y ponemos en él nuestra masa de roscón y cubrimos con film para evitar que se forme una costra. Dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño poco más de una hora, yo lo pongo cerca del radiador con la calefacción puesta, recordad que tenemos que mimar mucho nuestra masa.
Transcurrido este tiempo, precalentamos el horno a 180º y preparamos una bandeja de horno con papel de hornear en su base. Yo lo hice así pero os recomiendo, como os dije antes, que lo hagáis dentro de un molde desmoldable, de esta forma evitaréis que se agrande en exceso durante el horneado y que pierda grosor.
Sacamos la masa del bol, y hacemos una bola con la masa sobre una superficie enharinada.
Hacemos el agujero y formamos el roscón sobre la bandeja cubierta con papel de horno que teníamos preparada. En el centro del roscón, ponemos un aro de metal, es un paso que no se os puede olvidar, de lo contrario cuando crezca el roscón el agujero desaparecerá.
Dejamos reposar bien cubierto por film en torno a una hora o hasta que haya doblado de nuevo.
Mientras descansa por segunda vez nuestra masa, preparamos el azúcar mojado. Para ello ponemos el azúcar blanco en un bol y lo rociamos con gotitas de agua, mezclamos hasta tener el azúcar "mojado", no os paséis con el agua, es mejor ir poco a poco para que queden bolitas de azúcar y no se nos quede aguada.
Cuando nuestro roscón haya doblado de volumen, retiramos el film transparente, pintamos con huevo batido y decoramos con la fruta confitada variada, la almendra y el azúcar mojado tal y como podéis ver en esta foto:
Horneamos a 190º durante 25 minutos o hasta que adquiera un color dorado. Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla antes de consumir.
En casa nos encanta con nata pero la verdad es que una vez frío se puede rellenar de todo lo que os podáis imaginar. Es tan versátil que queda delicioso con todo, pero solo y mojado en un cola-cao es espectacular.
Espero que hayáis sido muy buenos y que los Reyes Mayos de Oriente os traigan todo lo que habéis pedido. Yo solo pido salud, amor y muchas recetas dulces para seguir compartiendo con todos vosotros.
Besos enormes y que la magia de la noche de Reyes dure 365 días de este 2019.
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