La receta que os traigo hoy es muy especial, hace unos meses la marca Helios me invitó a participar en el concurso ¡Sí Chef! Cocina con Helios y como no podía ser de otra manera mi respuesta fue un rotundo sí.
Las opciones de participación eran varias y yo lo tenía muy claro, receta dulzona pero para todos los públicos, es decir, que todo el mundo pudiera disfrutar de ella, incluidos aquellos a los que nos gusta cuidar nuestra alimentación sin dejar de disfrutar de un delicioso postre.
La propuesta son estos enrollados de fresa, bizcocho ligero de avena untados con esta magnífica mermelada de fresas sin azúcares añadidos y recubiertos con una gruesa capa de chocolate con leche sin azúcar.
Quedan tiernos y muy jugosos, la mezcla de sabores es ideal y se asemejan mucho a los típicos Phoskitos que todos conocemos y que nos alegraban las tardes de nuestra infancia, o no de entonces, porque aunque seamos adultos........este tipo de dulces siempre saben de vicio. La diferencia, estos bizcochitos caseros se comen y se disfrutan sin remordimientos, porque no tienen grasas ni azúcar y sus ingredientes son totalmente naturales.
¡Porque no hay nada mejor que saber lo que comemos!
INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:
- 100 grs de harina de avena.
- 200 ml claras de huevo pasteurizadas.
- 100 ml de leche desnatada, yo uso sin lactosa.
- 1 cucharadita de edulcorante líquido.
INGREDIENTES PARA EL RELLENOS Y EL BAÑO DE CHOCOLATE:
- ½ bote de mermelada de fresa Helios Diet.
- 2 tabletas de chocolate sin azúcar de la marca Valor.
ELABORACIÓN DEL BIZCOCHO:
Precalentamos el horno a 160º.En una bandeja de horno, no muy grande, ponemos papel de hornear en su base. Reservamos.
En el bol de la amasadora, batimos las claras apunto de nieve con las varillas, hasta que estén firmes. En este momento y sin dejar de batir echamos el edulcorante líquido.
Cuando éste se haya mezclado bien, retiramos el bol y con la ayuda de una espátula de silicona vamos añadiendo poco a poco la harina, mezclándola con las claras con movimientos suaves y envolventes, de abajo a arriba. Es importante mimar mucho la masa con el fin de que las claras no se bajen.
A continuación, añadimos poco a poco la leche, en un hilito fino a nuestra mezcla de claras y harina, ayudándonos también de la espátula de silicona y de la misma manera que antes, despacio y con movimientos envolvente de abajo a arriba.
Cuando hayamos mezclado todos los ingredientes y hayamos obtenido una masa homogénea, extendemos la mezcla sobre la bandeja de horno que teníamos reservada con el papel de hornear en su base.
Introducimos en el horno durante unos 10 minutos aproximadamente, es importante que se cueza pero que no se tueste.
Cuando esté listo, lo sacamos del horno y de la bandeja. Lo colocamos con el papel sobre una rejilla y lo dejamos enfriar unos 5 minutos.
A continuación y con el bizcocho todavía caliente, ponemos otro papel de hornear encima (ahora tenemos dos papeles de hornear, uno abajo y otro arriba de nuestro bizcocho), vamos enrollando el bizcocho sobre nuestros papeles por el lado más largo, en plan “brazo de gitano”. Es importante que cuando vayamos enrollado el bizcocho, despeguemos un poquito el papel que teníamos en la base y con el que los hemos horneado, así nos será más fácil despegarlo después. Cuando lo tengamos totalmente enrollado, lo dejamos enfriar por completo.
MONTAJE DE LOS ENROLLADOS:
Cuando nuestro bizcocho se haya enfriado por completo, lo desenvolvemos con mucho cuidado de los papeles de hornear donde lo teníamos enrollado y enfriando.
Al desenvolverlo quedará con la forma de brazo de gitano. Con la ayuda de una cuchara, repartimos la mermelada de fresa sin azúcar por todo el bizcocho, está deliciosa así que os aconsejo ponerle toda la que podáis.
Cuando hayamos extendido la mermelada por el bizcocho, volvemos a enrollar y presionamos un poquito, no en exceso, para que se quede bien pegadito.
Con la ayuda de un cuchillo de sierra, vamos cortando nuestros enrollados del grosor que más nos guste, los míos son de aproximadamente dos dedos. Reservamos en una bandeja.
En un bol apto para el micro y que sea hondo, troceamos nuestro chocolate sin azúcar y vamos introduciendo en el microondas a intervalos cortos de tiempo para derretirlo, lo haremos poco a poco con el fin de que no se queme.
Cuando esté totalmente derretido, vamos introduciendo nuestros "Phoskitos Fit" en el chocolate con la ayuda de dos tenedores para poder darles bien la vuelta. Quizá necesitéis volver a calentar el chocolate en medio del proceso durante unos segundos, es importante que esté muy líquido para que se bañen de manera homogénea.
Cuando estén bañados bien por todas partes, los vamos colocando sobre una rejilla (debajo de la que habremos colocado una bandeja) para que el exceso de chocolate vaya cayendo poco a poco.
Dejamos enfriar para que se solidifique el chocolate, aunque no estoy segura de si seréis capaces de aguantar y resistir la tentación, yo os lo advierto, es muy muy difícil resistir, el olor es embriagador y los bollitos nos llaman a gritos para que acabemos con ellos de una sentada.
¿Verdad que son la merienda perfecta?, no dejéis de probarlos en casa, estoy segura de que si tenéis peques quedarán enamorados, aunque en realidad de estas maravillas se enamoran pequeños y grandes. ¡Así que a darles mucho amor y a prepararlos para el fin de semana!
Muchos besos amigos y en siete días volvemos por aquí. Sed felices.
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