Sí, ya lo habéis adivinado y mira que os lo he puesto difícil, eh?? Mi chico.
Estos eran los primeros cupcakes que probaba, así tenía que poner todo mi empeño en que salieran más que perfectos y como no, en ellos tenía que utilizar su ingrediente preferido, el chocolate blanco.
La verdad es que estaba más que tranquila, la receta de estos cupcakes es infalible y no conozco a nadie que los haya probado y que no les hayan dejado boquiabiertos y con ganas de comerse uno más.
La receta del bizcocho para mí es la mejor del mundo mundial, queda tan tierna que cuesta sacarlos de la bandeja sin que se rompan, jugosos y con un intenso sabor a trufa, hacen que queden perfectos al mezclarlo con el relleno, en este caso de chocolate blanco y mascarpone. Pero es que la combinación de todo el cupcake es brutal, sus tres partes son irrestibles por separado, pero comerlas juntas los hace irresistibles: bizcocho, relleno y buttercream de dos sabores. ¿Quién puede resistir la tentación?
La verdad es que aunque estaba muy segura del resultado final, cuando se los di a probar (no pude resistir la ansiedad y le hice al pobre comerse uno en el coche), estaba nerviosa porque me diera el veredicto.
No sé si os a vosotros también os pasa, pero cuando hacéis algo para alguien con amor y pasión, antes de que la persona en cuestión lo pruebe, es inevitable sentir esa sensación en el estómago de nervios e ilusión, producidos por la necesidad de que le guste tanto como el amor que has sentido al estar en tu cocina preparando la receta.
Pues así estaba yo sentada frente a mi chico en su coche, ansiosa por ver su reacción ante el primer bocado y......voilá......triunfo absoluto!!!!!
Según sus palabras : "Los mejores cupcakes del mundo", no sé si cuenta que no ha probado muchos, salvo en una ocasión cuando estuvo de viaje, pero yo al ver su cara de disfrute me di por satisfecha.
Así si queréis conquistar a alguien especial, aquí tenéis la receta perfecta para ello. Os aseguro que no falla.
INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:
- 115 grs de mantequilla.
- 120 grs de azúcar moreno.
- 1 huevo.
- 150 grs de harina de todo uso.
- 50 grs de cacao en polvo sin azúcar.
- 1/2 cucharaditas de levadura química.
- 110 ml de leche semidesnatada.
- 110 ml de café recién
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
INGREDIENTES PARA EL RELLENO:
- 225 grs de queso mascarpone.
- 200 grs de chocolate blanco.
- 50 ml de nata líquida.
INGREDIENTES PARA LA CHOCOLATE BLANCO:
150 grs azúcar superfino.
150 grs de mantequilla a temperatura ambiente
1/2 cucharadita de saborizante de chocolate blanco.
INGREDIENTES PARA LA CREMA DE CHOCOLATE:
- 60 grs de mantequilla sin sal.
- 200 grs de azúcar superfino.
- 45 grs de cacao en polvo sin azúcar.
- 25 ml de leche semidesnatada.
ELABORACIÓN DEL BIZCOCHO:
Precalentamos el horno a 180º y preparamos la bandeja para cupcakes con las cápsulas de papel elegidas para la ocasión. Reservamos.
En un bol, tamizamos la harina, la levadura química y el cacao. Reservamos.
En el bol de la amasadora, batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta que la mezcla adquiera un color blanquecino. A continuación, añadimos el huevo sin dejar de batir hasta que se incorpore totalmente.
Ahora es el momento de añadir la mitad de la harina, batimos a velocidad baja hasta que se incorpore. Echamos la leche, mezclada con el extracto de vainilla y el café, y volvemos a batir.
Terminamos añadiendo la otra mitad de la harina y batimos a velocidad baja hasta que la mezcla sea homogénea.
Con la ayuda de nuestra cuchara para hacer bolas de helado, repartimos la masa en las cápsulas que teníamos reservadas. Es importante no llenarlas mucho, de esta manera evitaremos que se nos salgan al hornear.
Horneamos 20-22 minutos o hasta que al pinchar nuestros cupcakes con un palillo, éste salga limpio. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Cuando los cupcakes estén totalmente fríos, con la ayuda de un descorazonador de manzanas, hacemos un agujero en cada uno de ellos. Reservamos.
ELABORACIÓN DEL RELLENO:
En un cazo al baño María, ponemos todos los ingredientes y con ayuda de unas varillas, removemos sin parar hasta que el chocolate blanco se funda y se integren todos los ingrediente.
Retiramos del fuego y echamos nuestro relleno en un plato, dejando que se enfríe hasta que vayamos a utilizarlo. De esta manera adquirirá consistencia y tendrá una textura similar a la crema de untar de chocolate. Reservamos.
Cuando haya enfriado y espesado, vertemos la mezcla en una manga pastelera y reservamos en la nevera.
ELABORACIÓN DEL BUTTERCREAM DE TRUFA Y CHOCOLATE BLANCO:
Para el de trufa: En el bol de la amasadora ponemos el azúcar superfino junto con el cacao, la mantequilla y la leche. Batimos a velocidad baja un minuto para a continuación, batir a máxima velocidad durante al menos otros 5 minutos más hasta que adquiera una textura cremosa y un color intenso.
Para el de chocolate blanco: En el bol de la amasadora ponemos el azúcar superfino junto con la mantequilla y el saborizante. Batimos a velocidad baja un minuto para a continuación, batir a máxima velocidad durante al menos otros 5 minutos más hasta que adquiera una textura cremosa y un color intenso.
MONTAJE DE LOS CUPCAKES:
Sacamos nuestro relleno de la nevera y rellenamos todos nuestros cupcakes con la crema de queso y chocolate blanco que teníamos esperándonos en la nevera. Reservamos.
Ahora vamos a poner el buttercream (cobertura) de chocolate blanco y trufa sobre nuestros cupcakes.
Para conseguir un efecto “marmoleado”, en una manga pastelera provista de una boquilla estrellada, ponemos una cucharada de crema de chocolate blanco, seguidamente ponemos otra cucharada de la crema de chocolate, y de nuevo la de la choco blanco y así sucesivamente hasta acabar con ambas cremas. Ya tenemos nuestra manga lista para decorar nuestros cupcakes. Ahora solo tenemos que empezar cubriendo la superficie de nuestros cupcakes poniendo el buttercream marmoleado desde fuera hacia dentro.
Como os he comentado antes, esta receta es ideal para conquistar a alguien especial o para disfrutar de las Navidades en la mejor compañía.
Un postre perfecto para coronar cualquier comida o cena especial, porque con la compañía adecuada, cualquier día, sin estar "marcado en el calendario", puede ser el mejor.
Un beso fuerte y a disfrutar mucho de la Nochebuena, nos vemos el próximo jueves con una receta dulce y Fit y a su vez navideña.
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