La mantequilla de cacahuete..........................mi mayor adicción.
Solo de pensar en ella mientras escribo esta entrada hace que me apetezca comer una cucharada directamente del bote, sin necesidad de acompañarla de nada.
Sé que ultimamente, en las que recetas que voy compartiendo cada jueves con vosotros, estoy un poco pesada con este ingrediente, pero cuando no te la puedes quitar de la cabeza y necesitas comerla cada día de tu vida, no puedes hacer nada, solo dejarte llevar y disfrutar de ella.
Por este motivo, cada vez tengo más claro que necesito incluir la mantequilla de cacahuete en todas mis recetas, incluso sin que tengan que ser dulces. Ya estoy en el extremo de comerla sola, con cuchara. Y lo que más me gusta es cuando llego al final de bote y quedan esos pedazos duros, contundentes y untuosos, pegados al fondo. De esos que tienes que raspar fuerte para poder hacerte con ellos. Meterte en la boca uno de estos pegotes es demasiado y no apto para iniciados en el tema, yo lo advierto porque el sabor es tan intenso que tienes que estar en un nivel de adición máximo para disfrutar de esta forma. Me encanta lo densa que está y como se pega al paladar. Resulta realmente complicado que se deshaga en la boca pero mientras esto sucede, yo soy más que feliz saboreándola al máximo.
Como ya os habréis dado cuenta, cuando tomo algo que lleva este ingrediente lo disfruto como la que más y estoy convencida al máximo que podría alimentarme a base de mantequilla de cacahuete y si tuviera que elegir otro ingrediente como acompañante de esta maravilla, sin duda, sería el plátano. Porque para mí, ésta es la combinación perfecta y me hace feliz a niveles insospechados.
Mi adicción es total. Tan tan grande y a un nivel tan extremo, que yo que toda mi vida he dicho que no puedo vivir sin chocolate y que me he declarado chocoadicta sin fin, como muy bien sabéis todos los que me leéis cada semana, creo o mejor dicho, sé con certeza porque así lo siento, que el chocolate ha sido desbancado por la PB.
Jamás pensé que habría nada en el mundo mundial que superara mi amor por el cacao pero ha sucedido, es real y una semana más lo comparto con vosotros.
La realidad es que a cada persona que conozo y que prueba la mantequilla de cacahuete, voy extendiendo esta epidemia entre todos los que me conocen, le pasa exactamente lo mismo que a mí, es altamente adictiva. Cuando la pruebas no puedes parar y la necesidad de disfrutar de ella cada día se hace mayor.
Y sí, he de confesarme. Hay dos cosas sin las que no podría vivir: mi té y la PB, el resto.....totalmente pasable.
La tarta que os traigo hoy es similar a la típica tarta conocida por todos "Tarta de la abuela", la diferencia, que no tiene azúcares añadidos y que los ingredientes cambian un poco.
Como siempre os recuerdo, que no lleve azúcar no significa que no sea calórica, porque ésta lo es un poco. Así ojo con comerse más de media tarta, que ganas no os van a faltar cuando probéis la primera cucharada. El queso que he utilizado para su elaboración es queso proteico EATLEAN con unos valores nutricionales insuperables, porque ya que hacemos algo rico, que sea de la mejor calidad posible.
Es densa, contundente, de esas que acompañadas con una buena taza de té se hacen irresistibles. Además, fresquita entra sola.
INGREDIENTES PARA LA BASE:
- Galletas cuadradas sin azúcares añadidos.
INGREDIENTES PARA LA CREMA DE QUESO:
- 500 grs de queso de untar alto en proteínas EatLean.
- 30 grs de Cacahuete en polvo desgrasado de MyBodyGenius.
- 30 grs de mantequilla de cacahuete de MyBodyGenius.
- 3 cucharadas de edulcorante líquido.
- 20 ml de leche desnatada sin lactosa.
INGREDIENTES PARA LA CREMA DE CHOCOLATE:
- 300 grs de chocolate con leche sin azúcar Valor.
- 50 grs de mantequilla de cacahuete de MyBodyGenius.
INGREDIENTES PARA LA DECORACIÓN:
- Protein Crunch al gusto de MyBodyGenius.
- 5 galletas sin azúcar trituradas hasta obtener polvo de galletas.
ELABORACIÓN:
en un bol, mezclamos bien con la ayuda de una espátula todos los ingredientes de la crema de queso, hasta que todos los ingredientes se integren y obtengamos una crema espesa pero que podamos extender con facilidad. Reservamos.
En un cuenco, apto para el microondas, derretimos en intervalos cortos de tiempo el chocolate con leche hasta que esté totalmente fundido. En este momento, añadimos la mantequilla de cacahuete y mezcLamos bien. Reservamos.
Un vez que ya tenemos las dos capas listas, es el momento de montar nuestra tarta.
En un molde cuadrado para brownie, ponemos papel vegetal en su base, de modo que salga un poco por los laterales (de esta manera nos será más fácil desmoldar la tarta para servirla). En la primera capa, pondremos una base de galletas, cuando tengamos toda la base cubierta, ponemos por encima una capa generosa de crema de queso, volvemos a tapar con otra capa de galletas y esta vez, echamos una capa de nuestra crema de chocolate y cacahuete.
Repetimos la operación tantas veces como sea necesario para acabar con la crema de queso. La última capa la terminaremos con crema de chocolate.
Para decorar, espolvoreamos Protein Crunch por toda la superficie y las cinco galletas sin azúcar trituradas en forma de polvo.
Guardamos en la nevera hasta el momento de servir. A mí me gusta sacarla unos diez minutos antes de degustar, de esta manera, las capas de las cremas (tanto la de queso como la de chocolate), se quedan más blanditas y el sabor de ambas es más intenso.
Me despido de vosotros hasta la próxima semana, disfrutando del último trozo de tarta. Sed felices y manos a la obra, que aún estáis a tiempo para disfrutar de esta maravilla el fin de semana.
Besos mil.
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