Hoy publico una receta que preparé en especial para mi padre. Y es que a él le encanta desayunar magdalenas y en casa mi madre, en ocasiones, tiende a comprarlas. Así que para saber lo que se lleva a la boca, decidí preparar estas maravillosas Magdalena de Nata.
Y es que el sabor es delicioso, saben a magdalenas de verdad, como las antiguas de pueblo. Esas que ahora cuesta encontrar y que para nada puedes comprar en las estanterías de una gran superficie. Quedan con una textura increíble, ligera, tierna y jugosa y acompañando al café de la mañana son el bocado perfecto para empezar el día con energía.
Vamos con la receta de estas maravillosas pequeñas:
INGREDIENTES:
- 350 gr. de harina de todo uso.
- 250 gr. de azúcar blanca.
- 250 gr. de aceite de girasol.
- 100 gr. de nata líquida para montar
- 16 grs de levadura química.
- 4 huevos.
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º y preparamos nuestra bandeja para cupcakes poniendo las cápsulas elegidas para la ocasión, yo elegí éstas más rígidas que son para morir de amor. Reservamos.
Para hacer esta receta vamos a utilizar también la bandeja para cupcakes, este es el secreto para que el molde de papel no se abra y la magdalena crezca mucho hacia arriba, yo lo utilizo siempre.
En el bol de la amasadora, batimos los huevos y el azúcar hasta que blanqueen.
Añadimos la nata y el aceite de girasol, y batimos otros 3 minutos bajando un poco la velocidad.
En este momento, añadimos la harina y la levadura y batimos durante unos segundos, el tiempo justo para que se integre bien, nada más.
Dejamos reposar la masa 10 minutos.
Transcurrido este tiempo de reposo, y con la ayuda de una cuchara para hacer bolas de helado, repartimos la masa en moldes de papel que teníamos preparados en la bandeja para cupcakes, hasta llenar 3/4 partes. .
Para terminar, espolvoreamos la superficie de las magdalenas generosamente con azúcar.
Introducimos en el horno unos 15 minutos hasta que se doren y queden hechas por dentro, para ello, podemos pinchar las magdalenas con un palillo, si éste sale limpio es que las magdalenas están listas.
Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla hasta su consumo
Y hasta aquí la receta de hoy, espero que os haya gustado tanto como a mí volver en el tiempo a las recetas de siempre, las tradicionales, las que nuestras abuelas preparaban en casa y hacían que nuestras mañanas supieran a amor.
Pues ahora me toca darle amor a las personas que quiero y que me rodean preparando cosas ricas, sanas y con productos totalmente saludables. ¿Os animáis?
Un beso fuerte a todos y hasta el próximo jueves amigos.
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