Cheesecake de Calabaza Sin Azúcar

Este verano, a principios del mes de julio nos regalaron una calabaza enorme en el pueblo y, como todos sabéis, nada tiene que ver el producto recogido directamente de la tierra que el que compramos en el supermercado. Así que, aunque por aquel entonces no tenía ningún plan para esa calabaza, la acepté más que feliz, la asé y la congelé para cuando la ocasión lo requiriera y.......

Justo el fin de semana, mirando el calendario, me di cuenta de que ayer 22 de septiembre estrenábamos estación y nada menos que otoño, así que la calabaza que con tanto amor había asado hacía más de dos meses estaba lista para ser usada y sobre todo, para hacernos felices.

Nada mejor que darle la bienvenida a esta estación del año tan bonita con una cheesecake fundente, llena de sabor, tierna, ligera y suave pero sin azúcar a la vez que hacía feliz a mi chico que llevaba con antojo de tarta de queso desde ni se sabe cuanto tiempo.

Y ahí estaba yo un sábado a las once de la noche, haciendo esta tarta de queso con unas ganas enormes de que me quedara blandita, de esas que en el centro la textura líquida es visible. Os prometo de verdad que los treinta minutos de horno me los pegué sentada frente a él, como cuando era pequeña y mi madre nos hacía galletas a mi hermano y a mí. Ver como sube y crece es algo mágico que me hace muy feliz, tu trabajo e ilusión están ahí, en el horno, solo hay que esperar el tiempo correspondiente para poder disfrutar de él.

Os aseguro que el resultado es excelente. Nosotros la disfrutamos al día siguiente, os podéis imaginar las horas a las que acabé la tarta si la empecé a las once de la noche, y el sabor es suave y delicioso.

 Animaros a hacerla en casa, da igual la estación del año que sea porque para disfrutar de esta maravilla cualquier momento es más que bueno.

INGREDIENTES PARA LA BASE:

• 7 galletas tipo Digestive sin azúcar.
• 30 grs de mantequilla fundida.

INGREDIENTES PARA LA CHEESECAKE:

• 300 grs de queso de untar lught.
• 200 ml de nata para montar.
• 150 grs de queso mascarpone.
• 1 cucharadita de vainilla líquida.
• 190 grs de puré de calabaza.
• 1/2 cucharadita de sucralosa.
• 3 huevos M.

ELABORACIÓN:

Preparamos un molde de 15 cm desmoldable y precalentamos el horno a 175º. Reservamos.

En el procesador de alimentos trituramos las galletas hasta obtener una especie de harina de galletas, mezclamos con la mantequilla fundida y repartimos esta mezcla de manera uniforme sobre la base de nuestro molde, apretando bien para que quede bien prensada. Reservamos en la nevera para que endurezca.

Si nuestra calabaza es fresca como la mía, asamos en el microondas en un bol de silicona apto hasta que esté blandita. Sacamos del micro y la ponemos sobre un colador para retirar el exceso de agua. Cuando la tengamos lista, trituramos con la ayuda de la batidora para que adquiera textura de puré y quede más lisa.

En el bol de la amasadora echamos los quesos y batimos bien para que se integren. Añadimos la nata, la vainilla y la sucralosa y volvemos a batir, es el momento de rectificar el dulzor en función del gusto de cada uno. En ese momento, añadimos el puré de calabaza y mezclamos. Vamos añadiendo los huevos uno a uno sin dejar de batir hasta que todos los ingredientes se integren.

Cuando tengamos la masa lista, sacamos nuestro molde de la nevera y echamos la mezcla sobre la capa de galletas. Introducimos en el horno durante treinta minutos, transcurrido este tiempo, apagamos el horno y dejamos la tarta dentro durante diez minutos más. Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo dentro del molde hasta el momento de disfrutar.

Os puedo asegurar que el domingo cayó media tarta después de comer y la otra media después de cenar. Queda tan rica que es irresistible, además es sabor es tan suave y ligero que no es nada empalagosa, por lo que después de acabarte un trozo, necesitas otro y otro.

Animaros a celebrar el otoño por todo lo alto con esta maravillosa cheesecake. Besos y feliz fin de semana amigos.