Hoy si que os
traigo mi desayuno Fit por excelencia y es que estas tortitas de avena y
proteína me vuelven loca y me dan tanta energía que aunque tenga que madrugar,
el inicio del día se ve con otra alegría.
Lo mejor de todo
amigos, es que he descubierto que puedo hacerlas el día de antes y calentarlas
un par de segundos en el micro antes de comerlas y el resultado es
espectacular, casi como recién hechas.
No sé si
recordaréis que uno de los problemas para disfrutar de mi desayuno preferido
era que necesitaba tiempo para prepararlo y claro, en un combate a muerte con
unos minutos más en la cama…..la cama ganaba por goleada, pero el otro día
probé a hacer como con los crèpes y el resultado me ha encantado, así que ya no
tengo excusa para no empezar el día de la mejor manera posible.
Estas tortitas
son altas en proteínas, ya que a parte de las claras de huevo yo le añado
proteína en polvo con el fin de disminuir la cantidad de harina y con esto de
hidratos de carbono, pero no os preocupéis si no tenéis o no usáis proteína en
polvo, podéis sustituir ésta por la misma cantidad pero de harina de avena.
Es decir, si no
tenéis proteína en polvo sustituis ésta por más harina de avena y listo,
quedarán igual de deliciosas, estoy segura de que os encantarán.
Yo las suelo
acompañar, de frutas, normalmente un kiwi y mermeladas sin azúcar pero la
variedad de acompañamientos es infinita, eso ya queda a vuestro gusto.
Vamos con la
receta, sencilla pero exquisita.
INGREDIENTES:
- 70 grs de proteína whey en polvo, yo he usado sabor vainilla.
- 40 grs de harina de avena, yo uso los copos triturados sin ningún sabor.
- ½ cucharadita de edulcorante líquido.
- ½ cucharadita de vainilla en pasta.
- 2 cucharadas de queso batido 0%.
- 1 cucharadita de levadura en polvo.
- 90 ml de claras pasteurizadas.
ELABORACIÓN:
En un bol,
ponemos todos los ingredientes y con la ayuda de la batidora mezclamos bien
hasta que no haya grumos y hasta obtener una mezcla un tanto espesa, si vemos
que nos queda muy muy espesa añadimos un poco más de claras, es un poco a ojo
hasta obtener la textura adecuada. A mí me gusta que queden espesas porque
luego suben mucho con el calor y quedan muy esponjosas.
Ponemos una
sartén a fuego lento, engrasamos la misma con un poco de aceite, podemos
retirar el exceso de grasa con un papel de cocina, cuando la sartén esté
caliente, agregamos una cucharada generosa de masa hasta cubrir toda la
superficie de la sartén.
Cuando esté
cocinada por un lado le damos la vuelta con la ayuda de una espátula, para que
se dore por el otro, en un par de minutos las tendremos listas.
Repetimos este
proceso hasta terminar con toda nuestra masa.
Qué ricas,
¿verdad? Ufff solo de ver las fotos me dan ganas de desayunar de nuevo jeje.
Espero que os
animéis a desayunar Fit y delicioso, y sobre todo que me lo contéis.
Feliz semana, un
beso a todos y hasta el jueves próximo.
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