Hoy os traigo una receta con mayúsculas, de verdad de la buena.
Una "Cheesecake Fitness de Piña" que queda espectacularmente deliciosa, que no tiene nada que envidiar a cualquier otra Cheesecake con azúcar y otros ingredientes con más calorías.
Creo que he dado con la receta perfecta para las tartas de queso Fitness. La textura queda de lujo, densa, jugosa y con un sabor a piña que junto con la combinación del queso, hacen que esta Cheesecake se convierta en un postre irresistible.
Para mí las mejores Cheesecake tienen que tener esa base de galletas que las hacen deliciosamente sabrosas, pero para mi receta tenía que buscar una base que fuera compatible con mi dieta, y el resultado ha sido hacer una "mega tortita de avena y vainilla", proteica y sabrosa, que da como resultado una base abizcochada que queda de lujo con el resto de la tarta.
Ideal para sorprender a las visitas, estoy segura que de cuando la pongáis en la mesa y vuestros amigos la prueben, quedarán gratamente sorprendidos cuando les digáis que esta tarta no es la típica tarta de queso pesada, hipercalórica y llena de azúcares.
Una receta sorprendente y sana, que se puede convertir en el postre perfecto para continuar cuidándonos con deliciosos caprichos, porque estar a dieta es duro, pero en fin de semana todavía lo es más.
No sé si os pasa a vosotros, pero para mí los fines de semana son bastante complicados, tengo muchas tentaciones que me llaman en mi mente y me cuesta horrores aguantar la tentación, por eso para mantener mis malos pensamientos a raya, este fin de semana preparé esta maravilla de tarta y el resultado fue mejor del esperado.
Os animo a todos a que disfrutéis de esta "Cheesecake Fitness de Piña", llena de sabor pero no de calorías.
INGREDIENTES PARA LA BASE:
- 40 grs de avena de vainilla.
- 40 grs de proteína Whey sabor vainilla.
- 2 cucharadas de queso batido 0%.
- 1 cucharadita de levadura química en polvo.
- 1 cucharadita de vainilla en pasta.
- 1 cucharadita de Stevia o edulcorante líquido.
- 70 grs de claras pasteurizadas.
INGREDIENTES PARA LA CHEESECAKE DE PIÑA:
- 350 grs de requesón light/desnatado.
- 250 grs de queso de untar light.
- 2 huevos.
- 60 grs de claras pasteurizadas.
- 1 cucharadita de vainilla en pasta.
- 2 yogures bifidos 0%.
- 3 cucharadas de Stevia o edulcorante líquido.
- 5 rodajas de piña en jugo sin azúcar.
- Unas gotitas de colorante amarillo sin azúcar.
INGREDIENTES PARA LA DECORACIÓN:
- 3 rodajas de piña en su jugo sin azúcar.
PREPARACIÓN DE LA TORTITA:
En un bol mezclamos todos los ingredientes con la ayuda de unas varillas, hasta que estos se integren y no haya ningún grumo.
Ponemos una sartén a fuego bajo, y echamos unas gotitas de aceite de oliva, con la ayuda de un papel de cocina, repartimos el aceite y retiramos el excendente.
Cuando la sartén esté caliente, echamos toda la masa y la repartimos de manera uniforme por toda la sartén.
Esperamos unos minutos, hasta que veamos que salen burbujitas, éstas nos avisan que es el momento de darle la vuelta para que se haga por el otro lado. Con la ayuda de una espátula de cocina o una tapa para darle la vuelta a las tortillas de patatas, le damos la vuelta a nuestra tortita y la hacemos por el otro lado.
No es necesario que se dore mucho y no importa que por dentro quede un poco cruda, ya que después la meteremos en el horno con el resto de la tarta.
Cuando la tengamos lista, retiramos del fuego. Reservamos en un plato.
PREPARACIÓN DE LA CHEESECAKE:
En un bol grande, echamos todos los ingredientes y con la ayuda de una batidora, mezclamos y trituramos bien hasta que obtengamos una masa homogénea. Reservamos.
Precalentamos el horno a 180º y preparamos un molde redondo desmontable, colocando en su base un papel de hornear.
Sobre el papel de hornear, colocamos nuestra tortita de avena. Si es un poco más pequeña que nuestro molde no os preocupéis, la colocáis lo más centrada posible en el molde y quedará ideal.
Echamos sobre la tortita nuestra masa de Cheesecake y horneamos nuestra tarta al baño María durante 50 minutos aproximadamente o hasta que al pinchar el centro con un palillo, éste salga limpio.
Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo dentro del molde.
Lo ideal es hacerla el día anterior y dejarla reposar toda la noche en la nevera. De esta manera los sabores se intensifican y su textura mejora de manera considerable.
Antes de servir, la sacamos de nuestro molde, ayudándonos de un cuchillo para despegar las paredes del molde de nuestra Cheesecake.
Para decorar, escurrimos las 3 rodajas de piña que teníamos y las colocamos a nuestro gusto. Yo coloqué una entera en el centro y las otras 2 las corté por la mitad y las puse en la superficie como más me gustó.
Y ahora sí, es el momento de poder disfrutar de esta deliciosa Cheesecake de Piña que, os prometo, no os dejará indiferentes.
Espero que os haya gustado y sobre todo que os animéis a sorprender con esta maravillosa tarta de queso baja en grasas, calorías y sin azúcares añadidos.
Un beso fuerte a todos, nos vemos la próxima receta amigos.
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