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GALLETAS DE AVENA, MANZANA Y PASAS

jueves, 2 de octubre de 2014




Acabamos de entrar en el mes de Octubre y qué lejos queda el verano, ¿verdad amigos?.

Parece que hayan pasado muchos meses desde la última vez que comí  pescaíto frente a alguna playa malagueña, disfrutando de la brisa, del olor a mar y del sonido de las olas. 

La vuelta a la rutina es real y desde luego que no hay marcha atrás. Y esta vuelta a la rutina afecta a todos los aspectos de nuestra vida y con esto me refiero también a que en estos momentos es cuando intentamos compensar todos los excesos que cometemos durante el verano.

Pero claro, si volver a la vida normal cuesta, el intentar ponerse un poquito a plan de manera radical...resulta casi imposible.

Quizá digo esto porque es lo que me pasa a mí. Despedirme del dulce después de haber disfrutado de unos espectaculares helados casi diarios durante mis vacaciones, me resulta de lo más difícil del mundo mundial y si encima tengo que hacer recetas reposteras semanales para alimentar mi blog, más todavía jejejeje.

Por este motivo y por otros más, esta semana me he decidido a hacer unas galletas un poco menos dulzonas y más sanas quizá, para hacer que la vuelta a la rutina me resulte un poco menos dura.

Así puedo empezar cada mañana con un par de estas deliciosas galletas sin tirar por la borda los intentos de inicio de dieta que llevo sobre mis espaldas.

La verdad es que son deliciosas. Quedan gorditas y blandas, en plan bizcochito tierno con una mezcla de sabores de lo más interesante: manzana y pasas, la acidez unida a la dulzura que hacen que cada bocado se convierta en todo un placer y que te obliga a comer más de una.

En mi casa han sido todo un triunfo y la nota que se han llevado estas pequeñas ha sido de un "11" (palabras textuales de mi hermano). Así que si os apetece disfrutar de unas ricas galletas, sanas y sencillas de elaborar, aquí os dejo mi receta.


INGREDIENTES:

  • 135 grs de mantequilla sin sal ablandada.
  • 90 grs de azúcar moreno.
  • 60 grs de sacarina en polvo.
  • 1 huevo grande.
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta, yo uso la de la marca Nielsen.
  • 250 grs de harina.
  • 1/2  cucharadita de sal.
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.
  • 1 cucharadita de canela molida.
  • 60 grs de copos de avena.
  • 60 grs de manzana rallada, yo usé la variedad Granny Smith.
  • 200 grs de pasas sultanas.



ELABORACIÓN: Yo he usado mi KitchenAid pero pueden hacerse a mano y quedarán igual de ideales.


Precalentamos el horno a 170º y forramos dos bandejas con papel de hornear. Reservamos.

En un cuenco. tamizamos el harina, la sal, la canela y el bicarbonato sódico. Reservamos.

En el bol de la amasadora, preparada con la pala, batimos la mantequilla con el azúcar moreno y la sacarina en polvo hasta que obtengamos una crema (importante que tapéis con un trapo la amasadora, sino parecerá que ha nevado en vuestra cocina, la sacarina en polvo es una locura).

Añadimos el huevo y la esencia de vainilla, y mezclamos a conciencia a velocidad media. Cuando todos los ingredientes se hayan integrado, añadimos los ingredientes secos que teníamos reservamos en dos tandas y mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea.

Es el momento de echar la manzana rallada a nuestra masa, pero antes tenemos que escurrir bien el puré y asegurarnos de que retiramos la mayor cantidad de agua posible. Añadimos también los copos de avena y las pasas. Mezclamos bien todos los ingredientes a velocidad baja hasta que los nuevos ingredientes añadidos se integren.

Si cuando terminemos de mezclar, vemos que la masa se nos queda pegada a las paredes del bol de la amasadora, podemos y debemos añadir un poco más de harina hasta que al tocar la masa con la yema de los dedos, ésta no se nos pegue de manera excesiva. A mí me paso y creo que fue por el puré de manzana, así que no tengáis miedo porque os quedará estupenda.

Hacemos bolas con la masa con la ayuda de una cuchara sopera y las vamos disponiendo sobre las bandejas que teníamos previamente preparadas. Es importante dejar separación entre las galletas, ya que aumentan un poco de tamaño durante el horneado.

Introducimos nuestras galletas en el horno durante unos 15-20 minutos o hasta que veamos que nuestras galletas están doradas, si es necesario podemos pincharlas con un palillo y comprobar el estado de cocción.

Cuando estén listas, las sacamos del horno y las dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.


Y hasta aquí mi receta de hoy, espero que os haya gustado tanto como a mi familia y sobre todo que os pongáis manos a la obra y las preparéis en casa.

Nos vemos la próxima semana amigos, muchas gracias por leerme.

¡¡¡Besotes a tutiplén!!!

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