Hoy os traigo una receta ideal para los golosos de la casa. Y es que no conozco ninguna familia que no tenga entre sus miembros a un amante de las cookies en cualquiera de sus versiones. En mi casa hay alguno que otro y encima se ha unido mi chico, así que las galletas triunfan sí o sí.
Tenía muchas ganas de ponerme a hornear una receta de cookies al estilo americano, después de mucho tiempo, no las preparaba en casa y la verdad es que, a parte de lo deliciosas que quedan, el olor que impregna la casa es de rechupete. La verdad es que esta vez olía hasta el portal. Y no estoy exagerando, cuando mi hermano abrió la puerta al venir de trabajar, bien que me dijo: -"Sabía que estabas haciendo algo dulce, huele toda la escalera".
Y la verdad, para mí no hay nada más delicioso que una casa que huela a café recién hecho o a un dulce casero.
La cookies que hoy os traigo, van bien cargaditas de pepitas de chocolate de todos los sabores (negro, blanco y con leche), además de que el ingrediente principal es la mantequilla de cacahuete (como no podía ser de otra manera, siendo una receta mía). Quedan gorditas y sobre todo tiernas y jugosas. Os aseguro que os costara un mundo esperar a que enfríen sin antes comeros una, pero no lo hagáis porque entonces estaréis más que perdidos.
Os lo digo porque me pasó. Las hice con la idea de regalarlas y no pensaba probarlas, pero cometí el error de engañarme a mi misma y decirme: "A ver, no puedes regalar unas galletas sin probarlas antes. Venga, solo una porque.....¿Y si no han quedado bien?"
Lógico que las probara con ese fundamento como base, pero os tengo que decir también, que aún estando calientes, me comí tres de una sentada y no hubo más porque de repente mi conciencia llamó a la puerta y me puso los pies bien en el suelo, pero vamos que podría haber seguido disfrutando hasta acabar con todas.
Por eso, yo os lo advierto. Dejadlas enfriar y ponerlas en la mesa cuando haya gente con la que poder compartirlas. Compartir las galletas como el cargo de conciencia jajajaja.
INGREDIENTES:
- 115 grs de mantequilla en pomada sin sal.
- 135 grs de azúcar moreno clara.
- 1 huevo L.
- 125 grs de mantequilla de cacahuete.
- 210 grs de harina blanca de todo uso.
- 1/2 cucharadita de levadura química.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- 150 grs de chips de chocolate variados.
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 160º con calor arriba y abajo y preparamos dos bandejas para hornear galletas con papel vegetal en el fondo. Reservamos.
En el bol de la amasado, mezclamos la mantequilla en pomada junto con el azúcar moreno y batimos hasta que obtengamos una combinación cremosa. En este momento, añadimos el huevo y la esencia de vainilla y volvemos a mezclar.
Echamos la mantequilla de cacahuete y batimos hasta que todos los ingredientes se integren.
En este momento, agregamos la harina junto con la levadura y mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea y densa que no se pegue a las paredes del bol.
Para terminar, echamos las pepitas de chocolate variado (dejaremos unas pocas para decorar la superficie de las cookies) y con la ayuda de una espátula las repartimos bien por toda la masa de galletas.
Con la ayuda de un par de cucharas, cogemos porciones de masa y hacemos bolitas que iremos poniendo sobre las bandejas que teníamos reservadas con papel vegetal en su base. Es importante dejar un poco de separación entre galleta y galleta, ya que al hornear tienden a crecer un poco.
Cuando tengamos las bolitas dispuestas en las bandejas, las aplastamos un poquito con la palma de la mano y ponemos algunas pepitas más de chocolate variado por todas ellas.
Introducimos en el horno durante unos 12 minutos o hasta que veamos que adquieren cierto color dorado.
Sacamos del horno y con mucho cuidado, las traspasamos a una rejilla para que enfríen por completo antes de degustar (solo si sois capaces de resistir la tentación de no hincarles antes el diente).
Y hasta aquí la receta de hoy. No me digáis que no es perfecta para prepararla en casa y poder sorprender a vuestros invitados con un dulce delicioso y con ingredientes naturales, libre de grasa de palma, de conservantes y demás guarrerías que contienen las que compramos envasadas en los supermercados. Y lo mejor de todo, duran semanas en una caja de latón.
Vamos, que no hay excusa para no encender el horno en 3, 2, 1.
Besos a todos, mil gracias por leerme.
Hasta la próxima receta amigos.
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