Una tarta que bien se merece un homenaje porque es algo que de verdad tenéis que probar.
Si tenéis invitados en casa y queréis seguir cuidando vuestra línea, este postre se convierte en una alternativa perfecta. Sin grasas, sin azúcares añadidos y sin hidratos de carbono.
Tengo que reconocer que en mi casa no teníamos invitados, pero el antojo que me entró en el super al ver el requesón light en la zona de refrigerados, se hizo irresistible. En ese mismo momento visualicé esta quesada y al día siguiente ya tenía el horno encendido.
Si es que como muy bien me dicen de vez en cuando, ojo, solo de vez en cuando, soy un "poco" caprichosa jejeje.
Que visualizo una tarta de queso, pues hago de manera inmediata la tarta de queso. ¿Para qué esperar? jejeje. La vida está hecha para darnos caprichos y si encima son sanos....mejor que mejor.
En principio ideé esta tarta para la hora de la merienda, no contiene hidratos de carbono y es una opción ideal para este momento del día ya que va cargadita de proteínas, pero en mi casa ha durado tan poco tiempo que solo la he podido disfrutar una sola tarde jejejeje.
¿Os animáis a sorprenderos con esta maravilla de quesada Fit? Vamos con la receta, que una vez más es sencillísima y rápida.
INGREDIENTES:
- 2 yogures bífidus 0%
- 1 huevo entero.
- 140 grs de claras pasteurizadas.
- 300 grs de requesón light.
- 3 cucharaditas de edulcorante líquido, yo usé Stevia.
- 1 cucharadita de aroma concentrado sabor "Cheesecake" sin azúcar.
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º y engrasamos ligeramente un molde redondo de unos 15 cm de diámetro aproximadamente. Reservamos.
En un bol colocamos todos los ingredientes y con la ayuda de la batidora trituramos la mezcla hasta que todos los ingredientes se integren y obtengamos una masa ligera y uniforme, en la que no haya grumos del requesón.
Vertemos toda la mezcla en el molde que teníamos reservado e introducimos al baño María en el honor, durante aproximadamente unos 40 minutos o hasta que al pinchar el centro de la tarta, éste salga limpio.
Sacamos del horno y la dejamos enfriar por completo hasta su consumo. Yo recomiendo dejarla en la nevera toda la noche, de esta forma los sabores se intensifican.
Puedes acompañar la quesada de cualquier mermelada sin azúcar o de frutas frescas, yo elegí para la ocasión unas frambuesas frescas. ¡Me encantan!
Y hasta aquí la receta de hoy, muy cortitta ¿verdad? Es que es tan sencilla y rápida que nadie debería resistirse a esta maravilla de quesada.
¿Os animáis a prepararla en casa amigos? Espero que me contéis que os ha enamorado tanto como a mí.
Muchos besos amigos, nos vemos la próxima semana con nueva receta.
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