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Tarta Fraiser

jueves, 26 de marzo de 2015




Desde que vi esta tarta por primera vez me enamoré de ella, y la verdad es que si no la he hecho antes ha sido por miedo.

Parece tan elaborada y difícil que siempre me he terminando echando para atrás, pero tenía tantas ganas de probarla...que para este día del padre me líe la manta a la cabeza y aprovechando que estamos en época de fresas...era el momento ideal!!!

Y aquí veis el resultado, es una tarta fantástica que, os tengo que confesar, no es nada difícil de hacer, requiere tiempo y paciencia para hacerla, ya que su elaboración precisa de varios pasos, pero de verdad, todos ellos son más que sencillos.

Así que si os pasa igual que a mí, perded el miedo porque es una tarta muy sencilla. Engaña por su aspecto sofisticado y delicado, sí que es laboriosa no os voy a mentir, pero bien merece la pena  el resultado, tanto estético como de sabor, porque es...realmente sorprendente.

Ligera, dulce, equilibrada, tierna, refrescante, jugosa, suave, sabrosa y además de todo esto, seguro que se me olvidan muchos más adjetivos que le irían ideal a esta tarta, es PRECIOSA!!!!!


Ahora vamos con un poquito de historia acerca de esta maravillosa tarta, así nos situamos un poco.

Con esta receta nos trasladamos a París, ya que es uno de sus grandes clásicos.

La tarta Fraisier es uno de los pasteles que siempre está presente en la carta de las mejores pastelerías.
El origen de esta tarta es incierto, algunos la sitúan en el 1860 época en la que también fue concebida otra de las grandes tartas de la repostería francesa, la tarta L’Opera, aunque a diferencia de ésta, se desconoce su autor y sólo se sabe que llegó para situarse como una de las grandes tartas de la repostería del país vecino.  El origen de su nombre deriva de la palabra francesa fraise (fresa en francés).

La Tarta Fraisier consiste en un pastel de capas de bizcocho genovés bañados en almíbar de aguardiente de cerezas (Kirsch), una generosa capa de crema muselina y fresas. Suele terminarse con una capa de mazapán o merengue italiano dependiendo de la variante de la misma.

Originalmente se usaba una crema de mantequilla, pero poco a poco se ha ido derivando en una muselina, en la que se unen en diferente proporción la crema pastelera y la de mantequilla. Las fresas frescas son uno de los distintivos más significativos de esta tarta, ya que aportan una frescura y una textura exquisita a la misma.

Como he dicho antes, esta la tarta es muy sencilla y su elaboración no tiene ninguna dificultad, tan solo hay que tener paciencia, pero os aseguro que es una de esas tartas que merece la pena hacer, está deliciosa.

Ahora ya sí, vamos con la receta. No os asustéis si veis que es muy larga :)


INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO GENOVÉS:

3 huevos L.
100 grs de azúcar blanca.
100 grs de harina.
30 grs de mantequilla derretida.
       

INGREDIENTES PARA EL ALMÍBAR:

Un chorrito de granadina.
El líquido de un bote de guindas rojas en almíbar.
       

INGREDIENTES PARA LA CREMA MUSELINA

500 ml de leche entera.
4 yemas de huevo L.
120 grs de azúcar blanco.
Una cucharadita de vainilla en pasta.
30 grs de harina de trigo.
30 grs de harina de maíz.
275 grs de mantequilla (125 grs a temperatura ambiente).
 

INGREDIENTES PARA EL MAZAPÁN:

200 gr. de almendras crudas molidas.
200 gr. de azúcar glas.
1 clara de huevo.
Colorante en pasta, yo he usado ExtraRed de SugarFlair.

1 kg. de fresas
Almendras crocanti para adornar


ELABORACIÓN DE LA CREMA MUSELINA:

Esta es una crema que necesita tiempo de enfriado, por lo que es recomendable hacerla pronto o la noche anterior.

En un cazo colocamos la leche junto con la mitad del azúcar (60 gr) y la vainilla y calentamos, sin que llegue a hervir.

Mientras tanto, en un bol batimos las yemas con el azúcar restante (60 gr) hasta que blanqueen. En ese momento, añadimos la harina tamizada y con la ayuda de unas varillas. mezclamos bien y con cuidado para que no pierda el aire.

Cuando la leche esté caliente, añadimos la mitad  de la leche a la mezcla de yemas y batimos para que se incorpore todo perfectamente. Reservamos.

Cuando la leche restante comience a hervir, echamos la mezcla anterior en el cazo y mezclamos bien. Debemos bajar a fuego medio y mezclar con una varilla, sin parar, hasta que espese. Mantendremos la crema en el fuego unos dos minutos.

Pasado este tiempo, retiramos del fuego e incorporamos 150 gr de mantequilla y mezclamos bien hasta que la mantequilla se integre bien con la crema y obtengamos una crema ligera y lisa.

Colocamos la crema en un recipiente y lo cubrimos con papel film bien pegado a la crema para evitar que se forme costra. Dejamos enfriar completamente a temperatura ambiente. Reservamos.

Cuando la crema se haya enfriado, yo la dejé unas 5 horas, colocamos la crema en el bol de la amasadora junto con el resto de la mantequilla, esos 125 gr que tenemos a temperatura ambiente y con la ayuda del accesorio de varillas mezclamos bien durante unos 10 minutos, a velocidad media, hasta que veamos que se forma una crema uniforme.

Ya tenemos nuestra crema muselina preparada. Reservamos.


ELABORACIÓN DEL BIZCOCHO GENOVÉS:

Precalentamos el horno a 180ºC.

Calentamos la mantequilla y dejamos enfriar, pero que no solidifique de nuevo.

En el bol de la amasadora echamos los huevos, el azúcar y una pizca de sal  y batimos bien, a velocidad media-alta durante unos 10 minutos, hasta que veamos que ha duplicado el volumen y la mezcla blanquee.

Tamizamos la harina y la incorporamos, mezclándola a mano con la ayuda de una espátula para evitar que pierda el aire.

Incorporamos la mantequilla y mezclamos con suavidad.

Cubrimos nuestra bandeja del horno con papel y echamos la mezcla encima. Con una espátula la extendemos bien por la bandeja para formar una plancha uniforme.

Horneamos durante 10-12 minutos, vigilando que no se dora demasiado.

Transcurrido este tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar 5 minutos a temperatura ambiente.

Cuando se haya enfriado, cortamos nuestro bizcocho del tamaño que hayamos elegido para la ocasión, yo he usado un molde desmoldable de unos 20 cm.

Una vez cortado el bizcocho, lo envolvemos en film transparente para que no se nos seque en exceso, hasta el momento de su uso. Reservamos.


ELABORACIÓN DEL ALMÍBAR:

En una taza mezclamos la granadina y el jugo de un bote de guindas en almíbar. Reservamos.


ELABORACIÓN DEL MAZAPÁN:

Ponemos los ingredientes en un bol y vamos mezclando hasta obtener una pasta que no se nos pegue a las manos.

Si vemos que queda muy pegajosa añadimos más almendra y azúcar en partes iguales.

Cuando la tengamos lista añadimos el colorante en pasta del color poco a poco hasta obtener el color deseado.

Ponemos sobre una hoja de papel vegetal, cubrimos con otra y extendemos con un rodillo dejándola del diámetro aproximado de nuestra tarta. Reservamos hasta que vayamos a montar la tarta.


MONTAJE DE LA TARTA:

Lavamos las fresas dejándoles las hojas para evitar que les entre agua en el interior y secamos con papel de cocina.

Cortamos algunas por la mitad y el resto las dejamos enteras, procurando cortarlas del mismo tamaño.

Engrasamos con mantequilla nuestro molde desmontable y le ponemos papel de horno alrededor.

Cortamos dos discos del bizcocho genovés del tamaño de nuestro molde. Reservamos.

Colocamos uno de los discos de bizcocho en el interior como base y pincelamos con parte del almíbar hasta que quede empapado.

Ponemos un poco de crema muselina sobre esta capa de bizcocho y la extendemos con el reverso de una cuchara.

Cogemos las mitades de fresas y las vamos colocando con los picos hacia arriba, bien pegadas unas a otras al borde del molde. Cuando hayamos finalizado ponemos un poco de crema entre los huecos, con la ayuda de una manga pastelera, de esta forma al desmoldar la tarta nos quede bien.

Vamos poniendo el resto de fresas en el interior, también con las puntas hacia arriba y cubrimos con crema, presionando con una cuchara o una espátula, para que se cuele por todos los huecos, procuraremos que nos quede algo de crema para terminar la decoración de la tarta.

Alisamos la superficie y ponemos el otro disco de bizcocho encima presionando un poco, para que la crema se reparta bien.

Pincelamos con nuestro almíbar procurando que quede empapado por igual.

Tapamos con film transparente y dejamos en el frigorífico durante mínimo unas 8 horas, ya la hice el día anterior y quedó perfecta.

Cuando haya transcurrido el tiempo sacamos la tarta del frigorífico, con cuidado la sacamos del molde y retiramos el papel vegetal del borde.

Extendemos una fina capa de crema de mantequilla por encima, eso hará que el disco de mazapán se adhiera a la superficie.

Cogemos el disco de pasta de almendra y lo cortamos del mismo diámetro que nuestra tarta. Con cuidado lo ponemos sobre la tarta centrándolo bien.

Para terminar podemos adornar nuestra tarta espolvoreando sobre la capa de mazapán almendras crocanti y con unas fresas cortadas en trozos.



Es tan bonita que no puedo terminar mi entrada sin enseñaros una foto de la tarta al completo. ¿Enamorados igual que yo? Pues animaros a probarla y os enamoraréis aún más.

Nos vemos el jueves con receta de Pascua. Un besazo enorme amigos y gracias por leerme.
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Chocolate Roll

jueves, 19 de marzo de 2015





Desde que descubrí la masa perfecta para mis rollos de canela (os la enseñé hace un par de semanas con mis rollos de fresa), mi horno es un no parar de combinaciones variadas.

No puedo dejar de pensar en rellenos diferentes, mi obsesión crece por momentos y estoy deseando celebrar cualquier cosa para hornear uno de mis rollos.

- Que hoy es lunes pues.....celebrémoslo!!! Horno encendido.

- Voy a casa de una compañera, horno encendido.

- Reunión de amigas bailarinas, horno encendido.

- Viene alguien a casa, horno encendido.

................................

Siento una necesidad irrefrenable de celebrarlo todo y de poder hacer realidad mis recetas mentales. Pero creo que de hoy en adelante, voy a plantearme muy mucho el celebrar cada día que pasa sin esperar a que suceda una acontecimiento importante, ya que la vida en sí es un verdadero regalo. Así no tengo remordimientos de conciencia cada vez que entro en la habitación y veo mi bol cerca del radiador con masa para rollos levando.

Decididamente, el que no se consuela es porque no quiere :)


INGREDIENTES PARA LA MASA:


  • 350 grs de harina.
  • 2 huevos M a temperatura ambiente.
  • 40 grs de azúcar blanco.
  • 40 grs de mantequilla.
  • 1 pizca de sal.
  • 7 grs de levadura fresca de panadería.
  • 125 ml de leche semidesnatada.


INGREDIENTES PARA EL RELLENO:


  • Crema de chocolate de avellanas a tope, yo he usado la de Lidl, me parece impresionantemente deliciosa. Vamos, para comer a cucharadas.


INGREDIENTES PARA EL GLASEADO:


  • 100 grs de icing sugar o azúcar extra fino.
  • 4 cucharadas de leche semidesnatada.


ELABORACIÓN:

En un bol acto para el microondas, ponemos la leche junto con la mantequilla, la sal y el azúcar y calentamos a intervalos cortos de tiempo, hasta que la mantequilla se derrita por completo.

Cuando se haya derretido, sacamos del microondas y esperamos a que temple, en ese momento, añadimos la levadura fresca desmenuzándola y disolviéndola con la ayuda de una cuchara. Cuando se haya disuelto por completo, dejamos reposar la leche para que la levadura empiece a hacer su labor. Reservamos.

En el bol de la amasadora, ponemos aproximadamente la mitad de la harina y con el gancho puesto, le añadimos la mezcla de leche poco a poco. A continuación, echamos los huevos, uno a uno y sin dejar de batir. Cuando la mezcla comience a ser homogénea, añadimos el resto de la harina poco a poco y sin dejar de batir a velocidad media-baja.

Mantenemos la velocidad y continuamos mezclando durante unos 5 minutos hasta que la masa quede elástica.

Tapamos nuestro bol con film transparente o con un gorro de ducha y lo colocamos en un lugar calentito de nuestra casa. Yo lo pongo encima de uno de los radiadores de mi casa y le va de lujo. Dejamos reposar nuestra masa unas dos horas o hasta que doble su volumen.

Transcurrido este tiempo y cuando la masa haya doblado su volumen, la estiramos sobre una superficie enharinada con la ayuda de un rodilla, hasta lograr un rectángulo de masa no demasiado grueso.

Echamos el relleno por encima sobre toda la superficie y cuando lo tengamos bien repartido, formamos un rollo con la masa, pegando los extremos con un poquito de leche.

Cortamos nuestros rollos en aproximadamente 16 trozos iguales y los vamos poniendo en nuestras cápsulas rígidas para cupcakes, los colocamos en una bandeja y los tapamos con film transparente. Los dejamos reposar una hora más en nuestro lugar calentito para que vuelvan a crecer.

Cuando los rollos hayan doblado su volumen, los horneamos a 190º durante unos 20 minutos aproximadamente o hasta que tengan un color dorado.

Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo.

Para el glaseado: mezclamos todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea. Vertemos nuestro glaseado sobre los rollos antes de servir.



Y aquí os dejo uno de estos deliciosos rollos abierto, antes de pasar a mejor vida, para que veáis lo divinos y estupendos que quedan.

¿Alguno de vosotros puede resistir la tentación? No imagináis lo que me costó a mí terminar la sesión de fotos, fue un suplicio pero la recompensa me la cobré doble jejeje.

Un beso fuerte y feliz día de fiesta a todo. Por cierto, no es un día ideal para encender el horno y sorprender en casa.....ahí lo dejo amigos!!!

Hasta la próxima receta.

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Plumcake de limón y arándanos

jueves, 12 de marzo de 2015




Llevaba tanto tiempo queriendo hacer un bizcocho con limón y arándanos, que este fin de semana no he podido seguir aguantando la tentación y por fin he podido disfrutar de él.

A mi madre le apasionan los bizcochos y yo, que tengo un blog de repostería, casi nunca le dedico una entrada a un bizcocho de los de toda la vida y mira que están deliciosos.

Mi mente siempre está dándole vueltas a recetas más enrevesadas y novedosas y muchas veces descuido las recetas de toda la vida, que injusto, no??

Pero es cierto que de un tiempo a esta parte tenía muchas, muchas, muchísimas ganas de comerme un bizcocho de esos que te recuerdan a cuando eras pequeña y tu madre te los preparaba para merendar.

En mi casa, siempre había algún dulce casero. Recuerdo siempre que mi casa olía a bizcocho, magdalenas o a café. Esos son mis recuerdos olfativos de la infancia.

De mi infancia gracias a mi madre y del presente gracias a mi locura repostera y a mi "Obsesión variada por la repostería en general", nuestra casa sigue oliendo igual de bien.

Mi madres es la gran culpable de esta afición mía por el dulce en todas sus versiones.

Aquí tenéis amigos mi último antojo, mi receta del fin de semana, Plumcake de arándanos y limón.

Ay, es que me encantan los arándanos frescos y los he tenido que incluir en esta receta. Os recomiendo que si os animáis a prepararlo en casa, le echéis más cantidad, porque cada vez que muerdes uno se convierte en una auténtica delicia.

Os dejo con la esta sencilla pero deliciosa receta.


INGREDIENTES:

  • 250 grs. de mantequilla ablandada.
  • 250 grs. de azúcar blanca.
  • 2 cucharaditas de ralladura de limón.
  • 4 huevos normales.
  • 300 grs. de harina de todo uso.
  • 50 grs. de maicena.
  • 1 pizca de sal.
  • 3 cucharaditas de levadura química.
  • 100 grs. de arándanos frescos.


PREPARACIÓN:

Precalentamos nuestro el horno a 180º y engrasamos nuestro molde para plumcake con un poco de mantequilla. Reservamos.

En el bol de la amasadora, batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y hasta que la misma blanquee.

Añadimos los huevos uno a uno y sin dejar de batir. Cuando los huevos estén bien integrados, tamizamos sobre la masa la harina con la maicena, la levadura y la pizca de sal.

Mezclamos bien hasta que todos los ingredientes se integren, teniendo mucho cuidado de no sobrebatir  para evitar que se nos quede duro el bizcocho.

Añadimos los arándanos enteros a la masa y con la ayuda de una espátula los mezclamos con mucho cuidado para evitar que los arándanos se rompan.

Echamos nuestra masa en el molde y horneamos durante 1 hora aproximadamente o hasta que al pinchar nuestro bizcocho con un palillo, éste salga limpio.

Sacamos del horno y esperamos unos 10 minutos para que se enfríe un poco antes sacarlo del molde.

Desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

Antes de servir y a modo de decoración, le espolvoreamos sobre la superficie azúcar glasé al gusto.




Y hasta aquí la receta de hoy, os aseguro que en cuanto probéis este bizcocho se convertirá en el desayuno o merienda ideal para vosotros.

La combinación del limón y los arándanos hacen que este sencillo postre conquiste el corazón de todo el que lo prueba.

Un besazo y hasta el próximo jueves amigos.
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Donuts horneados de mantequilla de cacahuete y chocolate

jueves, 5 de marzo de 2015




Hace tanto tiempo que me compré estos moldes para hacer donuts al horno que sinceramente no sé ni como he aguantado tanto para estrenarlos.

En uno de esos pedidos locos que hago, creo que mensualmente hago uno, compré primero un molde para hacer mini donuts y cuando lo vi me enamoré tanto de él que supe que tenía que tener también para hacer de tamaño grande, así al mes siguiente me compré dos para hacer donuts grandes. Sí, habéis leído bien, me compré dos y es que pensando en ahorrar energía, ya que enciendo el horno y me caben dos bandejas pues...ahorro energía y tiempo.

Y la verdad, cuando empecé a hornear los donuts y me asomaba a la puerta del horno y veía como iban creciendo en el molde, mi amor por ellos iba en aumento, crecía a par que la masa jejeje

Quedan tan bonitos y redondos que desprenden amor total, a parte de un olor impresionante.

Las posibilidades de sabor son infinitas y estoy dispuesta a probar muchos diferentes. Para esta primera vez, elegí la combinación de mantequilla de cacahuete y chocolate porque hace poco descubrí las Oreo de cacahuete y desde entonces no puedo dejar de pensar en este sabor tan característico y delicioso.

Os recomiendo que no las probéis y que si en alguna tienda las veis, os alejéis de ellas porque son totalmente adictivas, están exquisitas, prometido.

Así con la receta de hoy quiero rendirle mi particular homenaje a las galletas Oreo de mantequilla de cacahuete, esas que no se me van de la cabeza por su maravilloso sabor.


INGREDIENTES PARA LA MASA:

  • 220 grs de harina
  • 150 grs de azúcar blanca.
  • 1/2 sobre de levadura.
  • 1 cucharadita de sal.
  • 185 ml. de leche entera.
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta.
  • 2 huevos.
  • 30 grs de mantequilla derretida.
  • 3 cucharaditas de mantequilla de cacahuete.

INGREDIENTES PARA EL GLASEADO DE CHOCOLATE:

  • 170 grs de chocolate con leche para postres.
  • 2 cucharadas de leche entera.
  • 1 cucharada de mantequilla.
  • Decoración: cacahuetes, sprinkles de colores, etc.



PREPARACIÓN DE LA MASA:

Precalentamos el horno a 180º y engrasamos nuestros moldes para donuts con un poco de mantequilla. Yo también espolvoreé un poco de harina después para evitar que se me pegaran. Reservamos.

En un bol echamos todos los ingredientes secos, la harina previamente tamizada, la levadura, el azúcar y la sal, mezclamos ligeramente.

En otro bol, mezclamos los ingredientes líquidos, es decir, la leche, la vainilla, los huevos, la mantequilla derretida y la crema de cacahuete, empezamos a batir hasta que nos quede una mezcla homogénea y todos los ingredientes se integren. Es importante que la mantequilla de cacahuete se deshaga al máximo.

Cuando todos los ingredientes líquidos estén bien mezclados los añadimos a los ingredientes secos y con la ayuda de unas varillas, mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea y uniforme.

Ponemos nuestra masa en una manga pastelera sin boquilla y vamos rellenando nuestro molde para donuts, a mí me resulta mñas fácil ayudarme de la manga pastelera pero también podéis hacerlos con dos cucharillas. Es importante llenar 2/3 parte del molde para que no se nos cierre el hueco al hornearlos.

Los horneamos durante unos 10 minutos aproximadamente.

Pasado el tiempo del horneado, los sacamos y los dejamos enfriar sobre una rejilla, cuando veamos que están tibios ya los podemos sacar del molde, que con tan solo darle la vuelta  sobre la rejilla ya salen solos, si veis que alguno se resiste, con ayuda de un palillo o una pequeña espátula de plástico os ayudáis para sacarlo.

Los dejamos sobre la rejilla hasta que estén completamente fríos. Mientras vamos a preparar el glaseado.


PREPARACIÓN DEL GLASEADO DE CHOCOLATE:


En un bol apto para el microondas, ponemos todos los ingredientes y lo introducimos en el micro de manera continuada y en intervalos cortos de tiempo hasta que todos los ingredientes se fundan y los podamos integrar con la ayuda de unas varillas.

Es importante, hacerlo en intervalos cortos de tiempo para evitar que se nos queme e ir controlando continuamente.

Cuando obtengamos una mezcla lisa y brillante podemos empezar a bañar nuestros donuts en el chocolate.

Conforme los vayamos bañando, los colocamos sobre la rejilla de enfriado para decorarlos con los sprinkles elegidos y los dejamos secar sobre la misma para que el chocolate se solidifique.

Bueno, siendo sinceros, yo no espere a que se solidificara el chocolate jejeje la tentación era tan grande que hasta probé uno sin el glaseado, así que imaginaros cuando los estaba secando jejejeje. Ay, están  tan ricos recientes que...son irresistibles.



La combinación del cacahuete en el bizcocho con el chocolate del glaseado hacen que estos donuts sean toda una delicia para los sentidos. ¿Os animáis a probarlos?

Un beso fuerte y hasta la próxima receta.


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