Vamos a empezar la semana con estas deliciosas rosquillas. La verdad es que siempre me han encantado, en casa las hemos comprado desde que era niña y desde hace algunos años, la variedad de sabores es increíble y sinceramente.....todas están buenísimas.
Pero este año ha sido el primero que no las hemos comprado, me he liado la manta a la cabeza y me he puesto con ellas.
Lo único es que el sabor es el tradicional, no me veía con fuerzas para experimentar con el merengue, creo que lo dejaré para las siguientes pruebas.
Las rosquillas salen ideales, la masa es igual que las que se compran en pastelerías y panaderías, lo que no me quedó como a mí me hubiera gustado fue el merengue, no os puedo engañar, me quedó una capa demasiado fina para mi gusto.
Es que me encanta la capa gruesa y crujiente de merengue encima de la rosquilla y en este caso no está conseguido, pero bueno, seguiremos investigando.
Creo que lo bueno hubiera sido hacer varios baños de merengue sobre la misma rosquilla, yo solo hice uno. En la próxima ocasión las bañaré a conciencia, mejor dicho, las ahogaré en merengue jejejeje.
INGREDIENTES para 13 rosquillas:
- 125 grs de harina.
- 125 grs de harina de fuerza.
- 3 huevos grandes.
- 1 cuchara sopera de azúcar.
- 1 pizca de sal.
- 2 cucharas de anís (líquido).
- 100 ml de aceite de girasol.
INGREDIENTES PARA EL MERENGUE:
- 90 grs de claras de huevo.
- 40 ml de agua.
- 100 grs de azúcar
- 1 cucharadita de cremor tártaro.
PREPARACIÓN:
En el bol de la batidora echamos los huevos, el azúcar, el anís y la sal y batimos hasta hacer conseguir que la mezcla adquiera espuma.
Mezclamos las harinas y las echamos de una sola vez a la mezcla de huevos.
Mezclamos a velocidad mediana unos 10 minutos, hasta que la masa no se pegue en los bordes del bol de la amasadora.
Tapamos el bol con film transparente y dejamos reposar unos 30 minutos en un ambiente cálido.
Transcurrido este tiempo, dividimos esta bola en 12 bolitas de unos 40 gramos aproximados.En cada una hacemos un agujero en el medio y damos la forma de rosquilla.
Las colocamos en una bandeja de horno previamente preparada con papel de hornear en el fondo, bien separadas ya que crecen con el calor.
Horneamos a 225º unos 10 minutos,pasados estos minutos, bajamos la temperatura del horno a 170º y horneamos más 40 minutos. Hasta que las rosquillas estén doradas por cima y cocidas por dentro.
Para preparar el glaseado empezamos preparando el almíbar. Para ello, ponemos un cazo al fuego con el agua y el azúcar. Los dejamos hervir hasta que alcancen una temperatura de 120ºC. Lo más cómodo es disponer de un termómetro, pero si no lo tenéis calculad, aproximadamente, unos 15 minutos.
Mientras, ponemos las claras de huevo en un bol grande (tened en cuenta que al añadir el almíbar la mezcla crecerá) y las batimos ligeramente con una batidora de varillas, junto al cremor tártaro
Una vez que el almíbar ha llegado a su temperatura, lo vamos añadiendo a las claras muy lentamente, en un hilito, mientras continuamos batiendo hasta que se enfríe y se formen picos. Veremos como poco a poco va volviéndose brillante y adquiriendo firmeza. Ya está listo para utilizar.
Cuando las rosquillas enfríen un poco, la cubrimos con el glaseado y volvemos a meterlas en el horno a 150º por 5 minutos para que este se seque.
Después, sacamos del horno y dejamos enfriar por completo antes de degustar.
Espero que os haya gustado la receta, os prometo que el jueves os traeré algo nuevo y delicioso.
Un beso fuerte a todos y hasta dentro de tres días amigos.
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