INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:
- 125 grs mantequilla.
- 275 grs de azúcar.
- 2 huevos.
- 280 grs. harina.
- 15 grs cacao ne polvo, yo uso el de la marca Valor.
- 1 sobrecito de levadura Royal.
- 1 cucharadita de bicarbonato.
- 1/4 cucharadita sal.
- 1 cucharadita de vinagre.
- 1 cucharadita de vainilla.
- 240 grs de buttermilk (como en España es muy difícil de conseguir se puede hacer el buttermilk casero, mezclando 240 grs de leche con dos cucharaditas de zumo de limón, esto se hace para que se corte la leche y de este modo, tenemos listo nuestro buttermilk casero).
- 2 cucharaditas de colorante rojo. Yo utilizo el colorante en pasta de SUGARFLAIR-EXTRA RED. Con otros colorantes también conseguiréis el color rojo terciopelo característico de esta tarta, pero de los que yo he probado, para mí éste es el que mejor resultado me ha dado.
INGREDIENTES PARA LA CREMA:
- 400 grs de queso de untar importantísimo que NO sea LIGHT (yo uso el de la marca carrefour).
- 125 grs mantequilla a temperatura ambiente.
- 1 cucharadita de vainilla en polvo.
- 350 grs de icing sugar o azúcar glass.
DECORACIÓN:
- Flores de azúcar.
INSTRUMENTOS NECESARIOS:
- 3 moldes de 18 cm aproximadamente de diámetro (sino tenéis 3 moldes iguales podéis usar el mismo para los tres bizcochos).
- Máquina amasadora.
- Varios boles y barillas.
- Espátula para repartir la crema de queso.
ELABORACIÓN:
Lo primero que vamos a hacer es mezclar en un bol pequeño la leche con el limón, lo dejaremos reposar mientras preparamos el resto del bizcocho, así le damos tiempo a que se corte la leche y de este modo tendremos listo nuestro buttermilk casero.
En otro bol mezclamos, tamizados previamente, todos los ingredientes secos, es decir, el harina, el cacao, el bicarbonato, la levadura y la sal, y reservamos.
A parte, mezclamos en nuestro máquina amasadora la mantequilla junto con el azúcar, mezclamos bien hasta que ambos ingredientes estén integrados y la mezcla tenga un color blanquecino, a continuación, vamos añadiendo los huevos uno a uno, no incorporaremos el siguiente hasta que no esté totalmente integrado el primero. Cuando esta mezcla esté lista la reservamos también.
En otro bol, mezclamos nuestro buttermilk casero con el colorante en pasta, la vainilla y el vinagre e integramos bien todos los ingredientes líquidos.
Una vez que ya tenemos nuestros tres boles con nuestros ingredientes, pasamos a mezclarlos todos en el siguiente orden. Primero, echaremos en la mezcla de mantequilla, azúcar y huevos, la mezcla de harina, cacao, levadura, sal y bicarbonato y batimos bien a velocidad media durante unos minutos. Cuando veamos que la mezcla está integrada añadiremos a la misma el resto de los ingredientes, es decir, el buttermilk que previamente teníamos reservado junto con el colorante, la vainilla y el vinagre. Batimos también durante varios minutos y ya tenemos listo nuestra mezcla del bizcocho, el cual quedará con este aspecto.
A continuación, repartimos en cantidades iguales nuestra mezcla en los tres moldes de 18 cm de diámetro, los cuales hemos untado previamente con mantequilla para evitar que se peguen durante el horneado y los metemos en el horno precalentado a 180º durante aproximadamente 20 minutos o hasta que comprobemos que están listos con la ayuda de un palillo.
Cuando los bizcochos están horneados los dejaremos enfriar en una rejilla y cuando estén totalmente fríos, los envolveremos de manera individual en papel transparente y los meteremos en la nevera el mayor tiempo posible. Yo los dejé toda la noche y al día siguiente terminé la tarta.
Ahora pasamos a preparar nuestra crema de queso. Para ello, mezclamos primero la mantequilla (que está a temperatura ambiente) junto con el icing sugar, cuando estén integrados los ingredientes, añadimos el queso crema y la vainilla y batimos a velocidad media durante varios minutos, cuanto más batamos mayor consistencia irá cogiendo la crema.
Ahora ya tenemos lista la crema para rellenar y terminar nuestra Red Velvet. Sacamos nuestros bizcochos del frigorífico y vamos rellenándolos con nuestra crema de queso. Hacerlo sin miedo entre las diferentes capas, la crema de queso tiene una buena consistencia y permite que cada capa sea de un tamaño considerable. Cuando hayamos rellenado nuestros tres pisos, pasaremos a poner crema de queso por toda la tarta, es importante que cuando tengamos una capa bastante considerable de crema puesta en toda la tarta, la metamos en el frigorífico una hora aproximadamente para que la crema se quede dura y después poder darle nuestra segunda capa de crema. Así conseguiremos una capa de crema bastante gordita y evitaremos que se transparente el bizcocho.
Después, podemos decorar nuestro pastel con los motivos que más nos gusten. Para esta ocasión, yo utilicé flores de azúcar compradas. Y ahora ya podemos disfrutar de esta deliciosa tarta porque realmente está de vicio.
Además, estoy segura de que si os animáis a hacerla......repetiréis y la haréis en más de una ocasión. Con esta RED VELVET.......el éxito está más que asegurado!!!!
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