INGREDIENTES:
- 1 vaso de leche entera.
- 1 vaso de aceite de girasol.
- 1 y 1/2 vasos de azúcar blanca.
- 4 huevos.
- Ralladura de un limón.
- 1 kg de harina, si admite un poco más echadla sin miedo.
- 2 cucharadas de anisetes.
- 1 y 1/2 sobre de levadura química.
- 1 y 1/2 litro de aceite de girasol para freir.
- Azúcar para rebozar.
PREPARACIÓN:
Primero machamos en el mortero los anisetes, cuando los tengamos bien pequeñitos, en una sartén echamos nuestro vaso de aceite y calentamos a fuego lento, cuando el aceite esté caliente, echamos los anises y los freimos hasta que cojan un color toscado, en ese momento retiramos del fuego y reservamos para que se enfríe.
En un bol grande añadimos la mitad de la harina, la leche, el azúcar, la ralladura del limón y los huevos de uno en uno y removemos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Cuando el aceite que tenemos con los anises, esté frío lo añadimos también y movemos hasta que obtengamos una masa homogénea. En el último momento añadimos el resto de la harina junto con la levadura y amasamos. Si vemos que la mezcla no queda consistente podemos añadir un poco más de harina, sabremos que la masa está bien cuando ésta se despegue de las manos sin mucho problema. Yo siempre empiezo removiendo con una cuchara de madera pero conforme vamos añadiendo el harina será necesario comenzar a utilizar las manos para amasar. Cuando tengamos la masa lista, la tapamos con un trapo y la dejamos reposar durante al menos 30 minutos.
Transcurrido este tiempo, ponemos en un sartén el litro de aceite y vamos friendo nuestras rosquillas, dándoles la forma que más nos guste, tras sacarlas del aceite las vamos poniendo sobre un papel absorbente para evitar el exceso de grasa. Y para terminar las vamos rebozando en azúcar.
Ya tenemos listo el mejor desayuno que podamos encontrar!!! Dulces, jugosas, sabrosas y sanas!!! A disfrutar!!!
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